lunes, 27 de julio de 2015

Cartas a los Romanos



11 Romanos
Por Arturo Pérez
Tema 11. Epístola del Apóstol Pablo a los Romanos


I. Tema central del libro de Romanos.



“El evangelio de la justicia de Dios en Cristo y su aplicación a la vida del hombre por medio de la fe.”

  • El tema de Romanos es la justicia de Dios (“justicia” desde un punto de vista positivo). La justicia que viene de Dios: la gloriosa verdad de que Dios justifica al culpable e injusto pecador condenado por la sola gracia a través de la fe sola, en Cristo Jesús.
  • El texto clave para comprender el tema de Romanos es 1:16-17: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente, y también al griego. Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá”.
  • El tema central de la justicia de Dios en Cristo se ve a lo largo del desarrollo de la epístola. En los capítulos 1 al 11 Pablo presenta las verdades teológicas de esta doctrina, mientras que los capítulos 12 al 16 detallan las implicaciones prácticas que se derivan de la vida de los creyentes como individuos y como iglesia.
    • Dios es justo y juzga a todos los hombres (1 y 2)
    • El hombre es injusto; está en pecado. (2 y 3)
    • Dios envía a Jesucristo como propiciación. (3)
    • Dios declara justo (justifica) al hombre injusto que cree en Jesucristo como propiciador, por ejemplo, Abraham. (4 y 5)
    • El justificado muere al pecado y vive para la justicia (6 al 8)
    • La justicia de Dios en relación a los judíos (9 al 11)
    • La justicia de Dios aplicada en la vida de la Iglesia (12 al 16)

II. Autor, Lugar y Fecha en que fue escrito.

El autor
Indudablemente el apóstol Pablo escribió esta epístola dirigida a los Romanos. Su nombre hebreo era Saulo (como el Rey Saúl) y en griego Paulos (Paulos), en español, Pablo.

Pablo era hijo de hebreos, descendiente de la tribu de Benjamín (Fil. 3:5), pero al nacer bajo el imperio romano, era ciudadano romano (Hch.16:37; 22:25). Pablo nació cerca del tiempo del nacimiento de Jesús, en la ciudad de Tarso (Hch.9:11), una ciudad importante (Hch.21:39) de la provincial de Cilicia, ubicada en Asia Menor (hoy día, Turquía). Según su testimonio, Pablo pasó mucho tiempo de su juventud en Jerusalén siendo estudiante del célebre maestro judío Gamaliel (Hch. 22:3). Tal como su propio padre, Pablo fue fariseo (Hch. 23:6), miembro de la secta más estricta de los judíos (Fil. 3:5).

Pablo se convirtió milagrosamente cuando iba camino a Damasco (34 DC) para arrestar a los cristianos de esta ciudad. El Señor le salió al encuentro (sólo vio una luz intensa y escuchó Su voz) preguntándole: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón” (Hch.9:3-6).

A partir de esta experiencia Pablo[1] comenzó poco después a proclamar el mensaje del evangelio (Hch.9:20). Luego de escapar de Damasco cerca de la muerte (Hch. 9:23–25; 2 Cor. 11:32, 33), Pablo pasó 3 años en Arabia, al sureste del Mar Muerto (Gal. 1:17, 18). Durante ese tiempo, recibió mucha doctrina por revelación directa del Señor (Gal. 1:11, 12).

Más que cualquier otro individuo, Pablo fue responsable de la expansión del cristianismo a través del imperio romano. Realizó 3 viajes misioneros en la mayoría de los lugares alrededor del mundo Mediterráneo, predicando sin cesar el evangelio que él mismo una vez asolaba (Hch.26:9). Luego que volvió a Jerusalén para traer una ofrenda a los más necesitados en la Iglesia de este lugar, fue acusado falsamente por algunos judíos (Hch.21:27-29), fue azotado por una turba airada (Hch.21:30,31) y fue arrestado por las autoridades romanas. Aunque dos gobernadores romanos, Félix y Festo, así como el Rey Herodes Agripa II, no lo hallaron culpable de ningún delito, la presión de los líderes judíos lo mantuvo bajo custodia. Luego de dos años Pablo ejerció su derecho como ciudadano romano para apelar a César. Y luego de un viaje tortuoso y peligroso (Hch. 27 al 28), incluyendo una tormenta huracanada de dos semanas que culminó en un naufragio en la Isla de Malta por tres meses, finalmente, Pablo llegó a Roma donde estuvo bajo arresto domiciliario por dos años. Eventualmente fue liberado por un breve período en el cual ministró la Palabra, hasta que fue encarcelado nuevamente y según se cree, murió martirizado (2 Tim. 4:6).

Aunque al parecer Pablo era físicamente poco atractivo (2 Cor. 10:10; Gal. 4:14), Pablo tenía una fortaleza interior especial, la cual le fue dada por el poder del Espíritu Santo, (Fil. 4:13). La gracia de Dios le bastó para suplir a todas sus necesidades (2 Cor. 12:9, 10), capacitando a este noble siervo de Jesús finalizar exitosamente su carrera (2 Tim. 4:7).

Al leer las epístolas de Pablo, el retrato que vemos del apóstol es un hombre con un brillante intelecto, con voluntad inquebrantable y con un corazón compasivo.

Bosquejo de la vida de Pablo. Adaptado desde Peter Jeffery, “De Piedra en Piedra”; El Estandarte de la verdad; Gran Bretaña; 2000.

Fecha
Evento de Pablo
Referencia
34 DC
Conversión de Pablo
Hch.9:1-9
37-46
Pablo en Damasco: Arabia, Jerusalén; Tarso; Antioquía; de nuevo en Jerusalén
Hch.9:19-30; Gal.1:15-17; Hch.11:25-26; Gal.2:1
47
Primer viaje misionero: Antioquía; Chipre; Antioquía de Pisidia; Iconio; Listra; Derbe.
Hch. 13 & 14
48
Concilio en Jerusalén
Hch. 15
48-51
Segundo viaje misionero: Antioquía; Cilicia; Derbe; Listra; Macedonia; Filipos; Tesalónica; Berea; Atenas; Corinto (donde escribe Gálatas y 1&2 Tesalonisenses); sigue a Efeso; Antioquía
Hch.15:36 – 18:22
53
Tercer viaje misionero: Antioquía; Galacia; Frigia; Efeso (permaneció 3 años, 54-57DC y escribe 1Corintios)
Hch. 18:23-19:41
57-58
Tercer viaje misionero continúa. Escribe 2Corintios, probablemente en Filipos. Macedonia; Troas, Mileto; Rodas; Tiro; Cesarea; Jerusalén. Escribe Romanos probablemente desde Corinto.
Hch.20:1 – 21:17
58-60
Dos años de encarcelamiento en Jerusalén y Cesarea
Hch.21:27 – 26:32
60-61
Viaje a Roma
Hch. 27
61-63
Prisión en Roma. Escribió Colosenses, Filemón, Efesios y Filipenses.
Hch. 28
63-65
Hechos se termina en el 61-63 con Pablo en Roma bajo arresto domiciliario. Algunos piensan probable que fuera libertado y tuviera actividad misionera. Durante estos años escribe 1Timoteo y Tito
---
66-67
El segundo encarcelamiento en Roma. Escribe 2Timoteo poco antes de su muerte.
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Lugar y Fecha de escritura

Varios argumentos nos hacen pensar que Pablo escribió Romanos desde la ciudad griega de Corinto:

  • Pablo envía la epístola con Febe, hermana que servía en la Iglesia que está en Cencrea, un Puerto de Grecia (Ro. 16:1)
  • Llama al hermano Gayo su “hospedador”, quien es mencionado en 1Co.1:14 como un miembro de la Iglesia en Corinto a quien el Apóstol Pablo bautizó. Y Gayo envía sus saludos a los Romanos (16:23)
  • Pablo menciona en Romanos a Erasto (“tesorero de la ciudad”), enviando un saludo (16:23) desde donde Pablo escribía. En la ciudad de Corinto existe un bloque en el pavimento que dice “Erasto colocó este pavimento de su propio peculio”. Si este Erasto era el Tesorero de la ciudad de Corinto, entonces Pablo estaba escribiendo desde Corinto.

Fecha propuesta: rondando el 57DC
Sobre la fecha de escritura es más difícil precisarlo, pero se cree que fue durante el tercer viaje misionero de Pablo luego de su ministerio en Acaya (Hch.20:3). La fecha debe rondar entre el 56 al 58 DC mientras se preparaba para salir a Palestina con una ofrenda para los creyentes más necesitados en la Iglesia de Jerusalén (Ro.15:25).

III. Destinatarios y propósito

Destinatarios
  • A los creyentes que se congregaban en Roma (Ro.1:7).
  • La epístola está dirigida particularmente a los cristianos gentiles en Roma. Pablo declara que él era apóstol de los gentiles (1:5 “recibimos el apostolado… en todas las naciones”); habla de la historia religiosa del mundo gentil antes de entrar en materia (1:18-32); afirma que la salvación también es para los gentiles (3:29); y que “no hay diferencia” entre judíos y gentiles (3:9).

Propósito

De acuerdo a las circunstancias de Pablo que se revelan en Romanos al momento de escribir esta epístola, él ya había predicado el evangelio en todo el oriente (Jerusalén, Judea, Antioquía, Asia Menor, Grecia, etc.) Lo que le restaba hacer ahora era ir al Occidente, a predicar a Europa, queriendo ir incluso hasta España (Ro.15:24, 28) y más allá.

En ese contexto, como Pablo deseaba expandir su predicación al occidente, deseaba contar con el apoyo de la Iglesia en Roma, que bien podía convertirse para Pablo en una Iglesia en Occidente, como lo era Antioquía en el Oriente. Esta carta era la mejor manera de Pablo sentar las bases en una Iglesia que no lo conocía, pero que él esperaba ver pronto.

El propósito de Romanos, pues, fue realizar una exposición resumida (no exhaustiva)[2] del evangelio que Pablo predicaba para presentarse a sí mismo a la Iglesia de Roma antes de pasar hasta ellos buscando apoyo para sus misiones en Occidente.

Recordemos que Pablo finalmente llegó a Roma precisamente de tres a cinco años después de enviar esta carta cuando fue enviado prisionero para apelar a César.

IV. Contenido[3]

1:1-15
I. Salutación e Introducción
1:16-17
II. Justicia de Dios: El Tema de la epístola
1:18–3:20
III. Condenación: La Necesidad de la Justicia de Dios
1:18–32
     A. Injusticia de los gentiles
2:1–3:8
     B. Injusticia de los judíos
3:9–20
     C. Injusticia de la raza humana
3:21–5:21
IV. Justificación: La Provisión de la Justicia de Dios
3:21–31
     A. La Fuente de la Justicia
4:1–25
     B. El Ejemplo de la Justicia
5:1–11
     C. La Bendición de la Justicia
5:12–21
     D. La Imputación de la Justicia
6:1–8:39
V. Santificación: La Demostración de la Justicia de Dios
6:1 – 7:25
Aspectos de la justicia en la vida práctica personal
8:1-39
Los resultados de la justicia: La vida en el Espíritu
9:1–11:36
VI. Restauración: La Justicia de Dios en su trato con Israel
9:1-33
     A. La Elección y Rechazos Divinos para con Israel
10:1-21
     B. La justificación por la fe versus la auto-justificación
11:1-36
     C. La salvación del remanente y el endurecimiento del resto
12:1–15:13
VII. Aplicación: de la Justicia a la vida de la iglesia
12:1-2
     A. Llamado a la consagración
12:3-8
     B. El uso de los dones espirituales en la iglesia
12:9-21
     C. Sobre las relaciones personales
13:1-7
     D. Sobre las relaciones políticas
13:8-14
     E. Sobre las relaciones públicas
14:1 – 15:13
     F. Sobre las relaciones fraternales
15:14–16:27
VIII. Conclusión, Saludos y Bendición
15:14-29
     A. Sus planes personales
15:30-33
     B. Les pide que oren en su favor
16:1-24
     C. Saludos personales
16:25-27
     D. La bendición o doxología final


V. Resumen del libro

Luego de que Pablo saluda a los hermanos e introduce su epístola estableciendo sus credenciales como apóstol siervo de Jesucristo con el fin de sentar las bases con una Iglesia a la que él nunca antes ha visitado, procede a declarar el tema central de su exposición: “el evangelio de la justicia de Dios”.

Como señala Peter Jeffery, es imposible entender Romanos sin entender el uso que Pablo hace de la palabra “justicia”, porque el tema de la epístola es el evangelio de la justicia de Dios. Dice Pablo en 1:16-17 que el evangelio es poder de Dios para salvación porque “en el evangelio la justicia de Dios se revela…” y es puesta a disposición de los pecadores.

La palabra “justicia” aparece 33 veces en Romanos. Para nosotros los gentiles significa lo mismo que para los griegos, una “virtud ética”. Ser “justo”, ser “equitativo”, actuar con “equidad”. Pero para los judíos, la justicia era más bien una expresión de una situación legal. Los justos eran aquellos que tenían asegurado el veredicto cuando estuvieran delante de Dios.

En otras palabras, para la mentalidad judía, el “justo” y el “impío” es lo que para nosotros significa el “declarado inocente” y “declarado culpable” en un tribunal (Deuteronomio 25:1; Prov.17:15; Luc.7:29; Luc.18:9-14).

Éticamente, TODOS somos INJUSTOS delante de Dios. Judicialmente Dios declara (legalmente) JUSTO a un pecador (éticamente) injusto por su soberana elección en virtud de la justicia de Cristo. Esta declaración judicial es lo que conocemos como la “justificación” por la fe. Daremos una definición de justificación del catecismo menor de Westminster, en su pregunta número 33: ¿qué es la justificación?

“La justificación es un acto de la libre gracia de Dios, por el cual él perdona todos nuestros pecados y nos acepta como justos delante de él: mas esto solamente en virtud de la justicia de Cristo, la cual nos es imputada, y que recibimos por la fe únicamente”[4]

El bosquejo que hemos planteado anteriormente nos da una visión más esquemática del desarrollo del pensamiento de Pablo a lo largo de su carta, pero en este momento, para fines de “resumir” todo lo que Pablo escribe, haremos el resumen comentando cada capítulo de Romanos.

Romanos 1 – Pablo saluda y se introduce a sí mismo. Procede a hablar del tema de la carta: El evangelio de la justicia de Dios en Cristo. Dice que la ira de Dios se revela desde el cielo contra toda impiedad e injusticia de los hombres, mayormente refiriéndose a los gentiles, que detienen con injusticia la verdad. Pablo explica que aunque estos gentiles no tenían las Escrituras dadas por Dios, ni profeta de Dios, al menos tenían la revelación de Dios por medio de la naturaleza de manera que no tienen excusa. Y como los hombres no tomaron en cuenta a Dios reconociéndolo como su creador, Dios los entregó, los enjuició a sus propias pasiones y desenfrenos. Los abandonó a las consecuencias de sus pecados.

Romanos 2 – Pablo considera el caso de los judíos, que tienen la ley, que tienen los profetas, pero que también son inexcusables porque tampoco está libre de la culpa del pecado, aunque tenían ventajas y privilegios.

Romanos 3 – Se amplía el concepto iniciado en el 2 de que todos (judíos y gentiles), sin excepción, estamos bajo el pecado, todos somos culpables delante de Dios. Pero en 3:21 Pablo comienza a explicar el evangelio que se introduce en 1:16, diciendo que

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