lunes, 27 de julio de 2015

Evangelio de San Juan



8 Juan
Por Arturo Pérez
Tema 8. Evangelio Según Juan

El Evangelio Según Juan es muy distinto a los tres anteriores, dando su propia perspectiva especial acerca de Jesús. El autor declara que su intención al escribir es traer a sus lectores a la fe: “...hizo Jesús muchas otras señales… estas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios; y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”. (20:30, 31)

Este libro dice que los días de Tiberio y de Herodes Antipas Tetrarca de Galilea, vivió un judío llamado Jesús que decía ser el dueño de todas las cosas, el Pan de Vida, el Buen Pastor que daría su vida por las ovejas, que resucitaría de su tumba al tercer día, que El mismo resucitaría a los muertos en el día final, que El es el Mesías mismo, el único Camino a Dios, el objeto legítimo de la fe y la adoración, una persona tan divina que podría decir: “Yo y el Padre uno somos”. Juan creyó a Jesús, y escribió para convencernos de que Jesús es Dios.

I. Tema central del Evangelio Según Juan.



“Tratado evangelístico, apologético y teológico demostrando a través de las señales que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios enviado por el Padre, para que creyendo en El, tengamos vida eterna en comunión con Dios.”

Al ver la declaración de Juan de su propósito para escribir (20:30, 31) vemos la mención de tres palabras que son claves en el desarrollo de su evangelio: señales, creer, y vida.
  • Señales. Se detecta en el evangelio de Juan una organización alrededor de unos siete milagros similares a los relatados en los sinópticos, pero llamados por Juan “señales”. Más adelante abundamos sobre estas señales.
  • Creer. Esta es la palabra clave de todo el evangelio, y ocurre 98 veces. Creer sirve para designar la completa entrega del individuo a Cristo. Juan define creer en Cristo como recibirlo (1:12), convencido por las señales que probaron la procedencia divina (3:1) porque el creyente proseguirá sobre una fe bien fundada.
  • Vida. La vida según Juan no es el desarrollo de la vitalidad biológica en la existencia humana, sino que incluye una clase de Naturaleza, una nueva conciencia, una nueva conciencia y un constante crecimiento.

El comentarista Hoskyns dice: “El tema del cuarto Evangelio es lo no-histórico que le da sentido a la historia, lo infinito que le da sentido al tiempo, el Dios que le da sentido a los hombres y que es, por lo tanto, Su Salvador.”[1]

Juan comienza hablando del “Verbo de Dios”, “la Palabra de Dios” (en griego “el LOGOS de Dios) que estaba desde el principio con Dios. Jesús ha sido esta Palabra de Dios, la manera en que Dios se comunica con el mundo.

Es interesante que la palabra “Logos de Dios” es una idea con raíces tanto en el Antiguo Testamento como en el pensamiento griego. El escritor quiere mostrar el significado de Jesús para los judíos y para aquellos que estaban familiarizados con el pensamiento griego.

El Logos para el judío
Juan introdujo su evangelio con palabras similares a las de Génesis 1:1 “En el principio creó Dios los cielos y la tierra”. En Génesis, la palabra “principio” introduce la historia de la vieja creación; en Juan, la palabra “principio” introduce la historia de la nueva creación. En ambas obras de creación el agente es la Palabra de Dios. (“Dijo Dios, sea la luz...”, etc.). Juan dice “El LOGOS existía desde el mismo principio cuando se crearon todas las cosas”. Ese “LOGOS” es difícil de traducir. Logos como “La PALABRA” nos da la idea de COMUNICACIÓN, la expresión de lo que está en nuestra mente. Logos como El VERBO nos da la idea de una acción dinámica. El logos puede ser entendido también como una RAZÓN. Era como si Juan estuviera diciendo “en el Principio Dios se expresó a sí mismo”. Esa expresión personal, esa Palabra, ese Verbo, era con Dios, y ese Verbo era Dios.”

El Logos para el griego
El término logos era familiar para algunas escuelas filosóficas del pensamiento griego. Denotaba el principio o razón o el orden inmanente en el universo. El principio que le da forma al mundo material y que constituye el alma racional en el hombre. Sin embargo Juan NO se refiere a este uso en su término Logos. Pero a Juan le servía de puente como palabra clave para aquellas personas que tenían este pensamiento griego. Muchos de los griegos pensaban que “algún día ese logos, esa razón, ese principio que ordena todo el universo que nos rodea vendría y se manifestaría a nosotros para explicarnos el origen y el fin del universo”. Por eso, al leer el evangelio de Juan, gente con este tipo de pensamiento como Justino Martir en el siglo segundo, encontraron la respuesta a sus interrogantes cuando entendieron que el LOGOS que buscaban es Jesucristo, el Señor.

Dicho de otra manera, en cuanto al tema de Juan podemos decir que todo el evangelio tiene como tema principal demostrar a Judíos y griegos el verdadero significado de Jesús como el Ungido de Dios, Dios mismo hecho hombre, para que creamos en El para salvación y vida eterna.

II. Autor, fecha en que fue escrito y tiempo que cubre.

El autor
Aunque el nombre del autor del cuarto evangelio no aparece especificado, desde el principio se ha identificado consistentemente al Apóstol Juan como su autor.

  • Ireneo (130 – 200 DC) que fue discípulo de Policarpo (70-160DC) quien a su vez fue discípulo del Apóstol Juan, ha testificado bajo la autoridad de Policarpo, que Juan escribió este evangelio durante su residencia en Efeso en Asia Menor cuando estaba avanzado en edad[2].
  • Luego de Ireneo, todos los padres de la Iglesia asumieron que Juan fue el autor del evangelio. Clemente de Alejandría (150 – 215 DC) escribió que Juan compuso este “evangelio espiritual”[3].
  • Apoyando esta tradición, hay detalles significantes dentro del libro que nos hacen pensar en Juan. Mientras los sinópticos (Mateo, Marcos, Lucas) mencionan 20 veces a Juan por su nombre, el cuarto evangelio no lo menciona. En su lugar, el evangelio habla del “uno de sus discípulos al cual Jesús amaba” (13:23; 19:26; 20:2; 21:17, 20). La ausencia de la mención del nombre de Juan es notoria y sugiere que debido a que sus lectores conocían al autor, era sabio no hacer mención innecesaria de su nombre, sino hacer referencia indirecta.

¿Quién era el Apóstol Juan?
Era uno de los hijos de Zebedeo, pescador de Galilea (Mr.1:19, 20) y de Salomé, que probablemente fue hermana de María, la madre de Jesús (comparar Mat.27:56; Mr.15:40; Jn.19:25). Creció hasta la su juventud en Galilea, y se asoció en el negocio de la pesca con su hermano Jacobo y con Andrés y Pedro.
Más tarde Juan y sus socios abandonaron el negocio de la pesca para seguir a Jesús (Mt.4:21,22).

No es posible detallar todos los episodios de la vida de Jesús en los que Juan participó porque la lista es muy larga y complicada de estructurar. Al menos es interesante mencionar que aparentemente tanto Juan como su hermano Jacobo tenían temperamentos muy apasionados ya que Jesús los llamó “hijos del trueno”, o literalmente “hijos del tumulto” (Mr.3:17). Su intolerancia y crueldad se revelan en su pronta disposición para regañar al hombre que echaba fuera demonios, basándose en que no andaba con ellos (Lc.9:49); además preguntaron al Señor si quería que oraran para que descendiera fuego del cielo en la aldea samaritana que no los recibió (9:52-54). Ambos hermanos, de forma atrevida, pidieron a su madre que solicitara de Jesús que les fuera concedido sentarse en los primeros asientos de su reino (Mt.20:20-28).

El fuego de su naturaleza se refleja en el vigor de su lenguaje, como cuando relata que Jesús le llamó “hijos del diablo” a los incrédulos (8:44 y 1Juan 3:10).

Sin embargo, a medida que Cristo templó su temperamento y lo purificó de la violencia, Juan se convirtió en el apóstol del amor, cuya devoción no fue superada por ningún otro de los escritores del Nuevo Testamento. El mismo que hablaba ásperamente es el que luego dice “Amados, amémonos unos a otros: porque el amor es de Dios; y el que ama es nacido de Dios, y conoce a Dios” (1Jn.4:7).

Fecha de escritura y lugar

No hay una fecha exacta y las opiniones se dividen desde fechas tan tempranas como el 40 DC, 60DC hasta finales del siglo I. Para fines de este curso estamos asumiendo que el evangelio de Juan se escribió alrededor del 90 DC.

La mayoría de los comentaristas están de acuerdo en pensar que el evangelio de Juan fue escrito en Asia Menor, probablemente en Efeso hacia el fin del primer siglo, cuando la Iglesia había alcanzado suficiente madurez, y había necesidad de un avance en la enseñanza referente a la naturaleza de la fe. Se cree que fue escrito en un medio gentil porque las fiestas y asuntos de los judíos se van explicando para beneficio de aquellos que no estaban familiarizados con estas cuestiones (2:13; 4:9; 19:31).

Tiempo que cubre
A juzgar por el prólogo vemos que Juan comienza por la eternidad (“en el principio era el Verbo”). Pero hablando del ministerio del Señor, Juan inicia con el testimonio de Juan el Bautista y termina con una de las escenas cuando el Señor conversa con Pedro luego de su resurrección y antes de la ascensión. En ese sentido es como Marcos, desde Juan el Bautista (aprox. 25 o 27 d.C.) hasta la muerte y resurrección de Jesús (aprox. año 27 o 30 d.C.).


III. Destinatario y propósito

Destinatario

¿A los judíos dispersos?  Hay muchos comentaristas que observan que Juan utiliza mucho el título de “el Cristo” (el Ungido) para referirse a Jesús y que muchas veces lo escribe en el Hebreo “el Mesías” (1:41; 4:25). Y como el mismo Apóstol Pablo tenía como objetivo en las sinagogas de la dispersión demostrar a los judíos que Jesús es el Mesías esperado, ellos sugieren que el cuarto Evangelio está dirigido primordialmente a los judíos de la dispersión.

¿A un medio gentil? Otros comentaristas apuntan que no cabe duda que los judíos de la dispersión están incluidos en los destinatarios, pero que el tono universal del Evangelio es muy enfático (3:16; 10:16; 12:32).

Así que adoptamos la idea de que Juan escribió un evangelio universal pensando tanto en los judíos de la dispersión como en la mentalidad griega de la época.

Propósito
El evangelio de Juan es el único de los cuatro evangelios que contiene una declaración precisa en relación al propósito del autor (20:30,31).
“Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro. Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre”.

El propósito de Juan es doble: evangelístico y apologético.

  • Propósito evangelístico: La palabra “creer” ocurre aproximadamente 100 vences en Juan (los sinópticos utilizan el término menos de la mitad que Juan). Juan compuso este evangelio para proveer razones a sus lectores que lo llevaran a tener una fe salvadora, y como resultado, asegurarles que recibirán el don de la vida eterna, si creen en Cristo (1:12).

  • Propósito apologético: Muy cercano al propósito evangelístico, Juan escribió apologéticamente para convencer a sus lectores de la identidad de Jesús como el Dios encarnado cuya naturaleza divina y humana estaba perfectamente unida en una persona que fue profetizado como el Cristo (“Mesías”, el “ungido”) y Salvador del mundo (Ej.: 1:41; 3:16; 4:25, 26; 8:58).

    • Para Juan demostrar apologéticamente este punto, él organizó su evangelio alrededor de 7 “señales” o pruebas que demuestran la verdadera identidad de Jesús que lleva a la fe salvadora. La primera mitad de su obra se concentra alrededor de 7 señales milagrosas seleccionadas para revelar la persona de Cristo y buscar la fe de sus lectores:1) conversión del agua en vino (2:1–11); 2) sanación del hijo del oficial del rey (4:46–54); 3) la sanación del paralítico (5:1–18); 4) la alimentación de la multitud (6:1–15); 5)  Caminando sobre las aguas (6:16–21); 6) sanación del hombre ciego (9:1–41); y 7) resurrección de Lázaro (11:1–57).

IV. Contenido

Capítulos
Descripción
1:1-18
El Prólogo
Parte 1
Las Siete Señales (1:19 – 12:50)

1:19-51
Juan el Bautista y algunos de los primeros discípulos
2-4
El ministerio comienza
(1era señal: conversión del agua en vino (2:1–10); 2da señal: sanación del hijo de un noble (4:46–54))
5
En Jerusalén
(3era señal: sanación al paralítico (5:1–9))
6
El pan de vida
4ta señal: alimentación de los 5,000 (6:1–14); 5ta señal: caminando sobre las aguas (6:15–21))
7
La fiesta de los tabernáculos
8-9
Debates con los fariseos
(6ta señal: sanación del hombre ciego (9:1–4))
10
El Buen Pastor
11
La resurrección de Lázaro
(7ma señal: resurrección de Lázaro (11:1–44))
12
El inicio de la última semana
Parte 2
En el Aposento Alto y en el Huerto de Getsemaní (13-17)

13 – 17
El discurso del aposento alto
Parte 3
Arresto, Juicios, Crucifixión, y Sepultura

18:1 – 19:16
El arresto y los juicios
19:17-42
La crucifixión
Parte 4
La Resurrección de Cristo de entre los muertos

20-21
La resurrección
(Ver Anexo 1 si desea estudiar un bosquejo detallado de Juan).

V. Resumen del libro

1:1-18 El Prólogo
Como ya hemos visto, el prólogo de Juan es una declaración gloriosa que explica quién es Jesús. Juan da testimonio como testigo ocular que fue, de que Jesús es el Verbo encarnado, y que en Su gloria vista por sus testigos, ha dado a conocer al Padre.

Parte 1: Las Siete Señales (1:19 – 12:50)
(1:19-51) Juan el Bautista y algunos de los primeros discípulos

La afirmación que Juan hace en el prólogo de que Jesús es el Verbo encarnado (1:14) es fortalecida por el testimonio de Juan el Bautista diciendo que Jesús es el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo (1:29).

2-4 El ministerio comienza (1era señal: conversión del agua en vino (2:1–10); 2da señal: sanación del hijo de un noble (4:46–54))

El milagro en las bodas de Caná donde Jesús convierte el agua en vino es la primera señal que muestra el poder de Jesús.

Las señales de Jesús no eran un fin en sí mismo sino que su propósito es llevarnos a la fe, como se explica en 2:11 “este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él.”

La purificación del templo fue también una confirmación de la singularidad de Jesús ya que muestra Su autoridad además de que se vio el cumplimiento del Salmo 69:9 (ver 2:17).

Hay dos largos discursos en los capítulos 3 y 4 que muestran a Jesús tratando con personas de clases sociales extremas: Nicodemo, un principal entre los judíos, y la mujer samaritana junto al pozo. Sin embargo para Dios, ambos son pecadores que necesitaban algo que sólo Jesús puede proveer.

5 En Jerusalén (3era señal: sanación al paralítico (5:1–9))

Lo mismo decimos del paralítico del Estanque de Betesda[4] en el capítulo. Debe dejar de pecar para que no le acontezca algo mayor.

6 El pan de vida (4ta señal: alimentación de los 5,000 (6:1–14); 5ta señal: caminando sobre las aguas (6:15–21))

El capítulo 6 tiene una sección extensa sobre el pan de vida, enseñanza impartida por Jesús cerca del tiempo de la Pascua (6:4), un año antes de la cruz. Luego de la aceptación popular que tuvo el Señor, la enseñanza sobre el Pan de Vida en Capernaum y la franqueza de Jesús exponiendo el evangelio hizo que la gente (inluyendo algunos de sus discípulos) mostrara sus verdaderos sentimientos y finalmente manifestaron el rechazo (6:60,66)

7 La fiesta de los tabernáculos

En ese momento donde la aceptación popular decayó, los fariseos intensificaron sus planes para materle (7:1). Ellos no sabían que no eran ellos, sino Dios, quien había planificado la muerte de Jesús (7:30).

8-9 Debates con los fariseos (6ta señal: sanación del hombre ciego (9:1–4))

En el capítulo 8 vemos cómo la oposición a Jesús creció y provocó la fuerte reprensión de Jesús cuando les llamó “hijos de vuestro padre el diablo” (8:44).

La escena del ciego de nacimiento en Juan 9 es una muestra de la ceguera espiritual de la gente, que no podían ver el milagro portentoso de Jesús al devolver la vista a un ciego, y por el contrario lo criticaban y castigaban al que estuviese de su lado.

10 El Buen Pastor
El pasaje de Juan 10 es uno de los más hermosos del NT tomando la figura del pastor de ovejas (Sal.23; 78:52; 80:1) aparte de que enfatiza la deidad del Señor (10:18, 30) y nos asegura la salvación porque nadie nos puede arrebatar de sus manos (10:28)

11 La resurrección de Lázaro (7ma señal: resurrección de Lázaro (11:1–44))
Podemos decir que el capítulo 11 demuestra la aseveración de Jesús del capítulo 10 de que El es Dio, de que El tiene poder para dar su vida y para volverla a tomar. Cualquiera puede decir lo que sea, pero sólo Cristo demostró ser lo que dijo ser. En este capítulo Jesús resucita a Lázaro cuando tenía ya 4 días de fallecido.

12 El inicio de la última semana

Esta última semana se inicia con la entrada triunfal a Jerusalén tal como relatan los demás evangelios. El momento señalado por Dios para que El muriera como el Cordero de Dios era la Pascua. (1Co.5:7 “Porque nuestra pascua, que es Cristo, ya fue sacrificada”).

Parte 2: En el Aposento Alto y en el Huerto de Getsemaní (13-17)

13 – 17 El discurso del aposento alto
Esta sección del 13 al 17 registra las palabras de Jesús a solas con sus discípulos justo antes de ser entregado para ir al Calvario. En resumen de lo más notorio, vemos:
  • El gran ejemplo de que el quiera ser el primero debe ser un servidor. El lavamiento de los pies de Jesús a sus discípulos (Juan 13:1-7).
  • El consuelo antes de su partida. (Juan 14:1-14).
  • La promesa del Espíritu Santo (14:15-31)
  • La enseñanza de la dependencia de Jesús, la vid verdadera (15:1-9)
  • La oración intercesora por sus discípulos (17:1-26)

Parte 3: Arresto, Juicios, Crucifixión, y Sepultura (18 – 19)
18:1 – 19:16 El arresto y los juicios
19:17-42 La crucifixión

Esta tercera parte es similar al resto de los sinópticos.

Parte 4: La Resurrección de Cristo de entre los muertos (20 – 21)
20-21 La resurrección

El hecho más sobresaliente del relato de la resurrección de Cristo en Juan 20 es el detalle de la tumba vacía cuando Pedro y Juan corren y ven la tumba desocupada con los lienzos enrollados y el sudario aparte, donde dice que el discípulo que llegó primero (Juan) vio los lienzos y CREYÓ.

Otros episodios que Juan relata y que no son narrados en los sinópticos son, la incredulidad y postrer adoración de Tomás, el propósito de su libro, la pesca milagrosa cuando aparece a los discípulos que estaban desalentados, la pregunta a Pedro de si amaba al Señor encomendándole que apaciente a sus ovejas, y la escena con el discípulo amado de donde se originó la mal fundada creencia de que Juan quedaría hasta que Jesús volviera (21:23).

Finalmente Juan testifica nuevamente que escogió algunas cosas para relatar de las tantas que hizo Jesús (lo cual explica la omisión de las parábolas y otros eventos que no se molesta en narrar), y que su testimonio es completamente verdadero.

VI. Peculiaridades

A. Palabras claves o ideas características

  • Juan es el evangelio “espiritual”. Sus verdades son expresadas en un estilo literario sencillo, pero con un pensamiento profundo. Cuando se le compara con Lucas, por ejemplo, notamos que el cuarto evangelio utiliza términos comunes. No obstante la simplicidad de su lenguaje, la profundidad de pensamiento es cautivante. Probablemente no hay otro libro del Nuevo Testamento que haya provocado a tanto análisis y reflexión.

  • Da prominencia al tema de la Deidad de Jesús. No quiere decir que los sinópticos no lo hagan, porque abundan en los mismos títulos que usa Juan, como, Mesías, Hijo de Dios, Hijo del Hombre. Pero Juan expresa más abiertamente un lenguaje que describe la deidad de Jesús, equilibrándolo con su dependencia del Padre. Podemos mencionar varios elementos que muestran la deidad de Jesús:

    • La pre-existencia del Hijo (1:1; 14; 5:58; 17:5)
    • Jesús es mayor que la religión misma del judaísmo
      • Mayor que la Tora (1:17)
      • Mayor que el templo (2:19-21)
      • Mayor que el significado de las fiestas (7:37-39)
      • Mayor que Jacob (4:12-14)
      • Mayor que el mismo Abrahan (8:56-58)
    • Jesús y el Padre son uno
      • Muestra Su Gloria que viene del Padre (1:14)
      • Quien vio a Jesús vio al Padre (1:18; 14:8-9)
      • Continúa el trabajo del Padre (5:17-18)
      • Resucita a quien quiera como el Padre (5:21)
      • Posee la potestad de juzgar en lugar de Su Padre (5:22)
      • El que no honra al Hijo no honra al Padre (5:23)
      • Jesús tiene vida en sí mismo, como el Padre (5:26)
    • Jesús es el único camino al Padre (Jn.14:6)
    • Acepta adoración como Dios, como a quien le corresponde (9:38; 20:28)

  • Los milagros son llamados “señales” (ver “Tema Central” en el primer punto). Juan argumenta que Jesús es el Ungido de Dios prometido, mostrando las señales que El hizo.

  • Hay un gran énfasis en las fiestas nacionales o festivales judíos y en la participación de Jesús en los mismos. Se mencionan tres pascuas (2:23; 6:4; 13:1); la fiesta de los tabernáculos (7:2); la dedicación (10:22). Hay además un festival no identificado (5:1).

  • Describe de manera especial el ministerio en Judea. En consistencia con el punto anterior, hay una gran concentración de la narración en la zona de Judea, donde se realizaban las festividades mencionadas. Aunque Juan da más detalles, los sinópticos mencionan algunas actividades de Jesús en esta zona.

  • Presenta a Cristo en el aspecto personal de su ministerio, más que dirigiéndose a grandes multitudes, como lo hacen los sinópticos. El contacto con Nicodemo y con la mujer samaritana son los más extensos. Algunas figuras son presentadas en mayor detalle, tales como Juan el Bautista y Judas Iscariote.

B. Grandes eventos

  • Las bodas de Caná en Galilea, donde convierte el agua en vino (2)
  • La mujer samaritana en el pozo (4)
  • Alimentación de los 5,000 (6)
  • Sanación del hombre ciego de nacimiento (9)
  • La resurrección de Lázaro (11)
  • La unción de Jesús (12)
  • La entrada triunfal (12)
  • La última cena (13)
  • Arresto, juicio y muerte de Jesús (18-19)
  • La tumba vacía (20)
  • Jesús aparece a Tomás (20)

C. Pasajes famosos

  • “En el principio era el Verbo…” (1:1-18)
  • La necesidad del nuevo nacimiento (3:1-8)
  • “Porque de tal manera amó Dios al mundo…” (3:16)
  • El pan de vida (6:35-40)
  • Ríos de agua viva (7:37-39)
  • Jesús, la Luz del mundo (8:12)
  • “La verdad os hará libres” (8:31-32)
  • YO SOY
    • “Si no creéis que Yo Soy, en vuestros pecados moriréis” (8:24)
    • “Antes que Abraham fuese, Yo Soy” (8:56-58)
    • YO SOY el pan de vida (6:35)
    • YO SOY la luz del mundo (8:12; 9:5)
    • YO SOY la puerta (de las ovejas) (10:7)
    • YO SOY el Buen Pastor (10:11, 14)
    • YO SOY la resurrección y la vida (11:25)
    • YO SOY el camino, y la verdad, y la vida (14:6)
    • YO SOY la vid verdadera (15:1)
  • La semilla debe morir “ (12:24-26)
  • Jesús lava los pies de los discípulos (13:1-17)
  • La venida del Espíritu Santo (16:5-15)
  • La oración intercesora de Jesús (17:1-26)
  • “Apacienta mis ovejas” (palabras de Jesús a Pedro) (21:15-19).

Anexo 1. Bosquejo del Evangelio de Juan. Tomado deJohn F. MacArthur, Jr., The MacArthur Study Bible, (Dallas: Word Publishing) 1997.



I.          La Encarnación del Hijo de Dios (1:1–18)
            A. Su Eternidad (1:1, 2)
            B. Su Obra Antes de la Encarnación (1:3–5)
            C. Su Franqueador (1:6–8)
            D. Su Rechazo (1:9–11)
            E. Su Recepción (1:12, 13)
            F. Su Deidad (1:14–18)
         II. La Presentación del Hijo de Dios (1:19–4:54)
            A. Presentación por Juan el Bautista (1:19–34)
                  1.   A los líderes religiosos (1:19–28)
                  2.   En el bautismo de Cristo (1:29–34)
            B. Presentación a los Discípulos de Juan (1:35–51)
                  1.   Andrés y Pedro (1:35–42)
                  2.   Felipe y Natanael (1:43–51)
            C. Presentación en Galilea (2:1–12)
                  1.   Primera señal: conversión del agua en vino (2:1–10)
                  2.   Los discípulos creen (2:11, 12)
            D. Presentación en Judea (2:13–3:36)
                  1.   Limpieza del templo (2:13–25)
                  2.   Enseñanza a Nicodemo (3:1–21)
                  3.   Predicación por Juan el Bautista (3:22–36)
            E. Presentación en Samaria (4:1–42)
                  1.   Testimonio a la mujer samaritana (4:1–26)
                  2.   Testimonio a los discípulos (4:27–38)
                  3.   Testimonio a los samaritanos (4:39–42)
            F. Presentación en Galilea (4:43–54)
                  1.   Recepción por los galileos (4:43–45)
                  2.   Segunda señal: sanación del hijo de un noble (4:46–54)
         III. La Oposición al Hijo de Dios (5:1–12:50)
            A. Oposición en la Fiesta en Jerusalén (5:1–47)
                  1.   Tercera señal: sanación al paralítico (5:1–9)
                  2.   Rechazo por los judíos (5:10–47)
            B. Oposición Durante la Pascua (6:1–71)
                  1.   Cuarta señal: alimentación de los 5,000 (6:1–14)
                  2.   Quinta señal: caminando sobre las aguas (6:15–21)
                  3.   El discurso del Pan de Vida (6:22–71)
            C. Oposición en la Fiesta de los Tabernáculos (7:1–10:21)

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