25 Apocalipsis (Introducción)
Por Arturo Pérez
Por Arturo Pérez
Tema 25. Verdades Fundamentales a tomar en cuenta
al acercarnos al libro de Apocalipsis.
Introducción (Leer Apoc. 1:1-8)
Testimonio personal del autor del material de Síntesis
del NT
Al acercarnos al libro de Apocalipsis, un sentimiento de
temor e inseguridad amenaza la bendición que nos promete el Señor en
Apocalipsis 1:3 donde dice “bienaventurado el que lee, y los que oyen las
palabras de esta profecía…”
En mi
caso particular, nunca había encontrado en el pasado un sentido práctico de
esta bienaventuranza para mi vida.Y, aunque ciertamente muchas porciones del
libro eran de consuelo y de bendición para mi, aún así, sus figuras, sus
símbolos, y todos estos “misterios” que aparecen en este libro, atemorizaban mi
anhelo por aprender más de él, y lo había relegado a un lado, dándome por
vencido, al no entender el punto central de lo que viene tratando Juan en el
Apocalipsis.
Y es que hemos escuchado tantas opiniones
contradictorias entre sí respecto a este hermoso libro, que han producido en
nosotros prejuicios y más confusión, al punto que hombres de la talla de Martín
Lutero pecaron de insensatez al describir el libro de Apocalipsis como uno
carente de valor debido a que lamentablemente no pudo comprenderlo en su
tiempo. Si un hombre tan piadoso como el que hemos citado puede caer en este
error, ¡qué será de nosotros!
Sin embargo, por la providencia de nuestro Dios
soberano, en el tiempo del Señor, El me ayudó a cruzarme con cierto material
sobre el tema que nos ocupa hoy, el cual me fue de gran ayuda hace unos años
atrás, del cual voy a hacer uso para complementar nuestras clases de Síntesis
del Nuevo Testamento.
Como debemos dar honra a quien honra merece, quiero
destacar que aunque la forma de presentar nuestras explicaciones sobre el libro
de Apocalipsis es propia, sin embargo, los argumentos de nuestras explicaciones
están siendo tomados de dos fuentes principales: el Pastor Pastor Albert N.
Martin[1]
de la Iglesia Bautista Reformada de Trinity, en New Jersey, quien predicó sobre
la perspectiva correcta con la que debemos acercarnos al libro de Apocalipsis,
y el Dr. William Hendriksen en su libro (en español) “Más que Vencedores”[2].
Además de esto, quiero dar crédito a mi pastor Sugel Michelén, del cual he
recibido enseñanzas directas en este mismo contexto, tanto desde su predicación
en diversos mensajes, como también en sus clases de Escatología donde ha
abordado el tema del libro de Apocalipsis. Y finalmente, recomiendo a los
lectores de literatura en inglés, el libro de Verns Poythress, “The Returning
King: A Guide To The Book of Revelation”[3],
el cual me ha servido de guía para entender mejor el libro que nos ocupa.
El formato de esta lección
Para los que han leído los últimos 20 temas de las
clases de Síntesis del Nuevo Testamento (desde Mateo hasta Judas) se han
acostumbrado a la estructura que hemos utilizado para analizar de manera
resumida cada libro del Nuevo Testamento, viendo su Tema Central, su Autor,
Fecha y Lugar en que el libro fue escrito, los Destinatarios
y Propósito, su Contenido y sus Peculiaridades.
En esta ocasión pediré permiso a nuestros lectores para tomar un formato distinto. Como estaremos dedicando las últimas dos lecciones al tema del libro de Apocalipsis, en esta primera oportunidad, veremos ciertas “Verdades Fundamentales a Tomar en Cuenta al Momento de Acercarnos al Libro de Apocalipsis”, y en la próxima clase, daremos la síntesis del libro, en la estructura acostumbrada, para que el estudiante recuerde más fácilmente esos datos. En nuestro próximo y último capítulo 26 veremos, pues, con más detalle cuál es el contenido del libro, qué significa este contenido, y cómo podemos estructurarlo para tener una división apropiada que nos ayude a comprender el mensaje general del libro de Apocalipsis.
En esta ocasión, veremos básicamente dos aspectos: 1) La
Naturaleza y propósito del Libro de Apocalipsis; y 2) Cómo es el Contenido del
Libro de Apocalipsis.
I-
¿Qué es el libro de Apocalipsis?
Esencialmente, ¿qué es el libro de Apocalipsis? En otras
palabras, ¿De qué trata el libro de Apocalipsis?
Esta pregunta es crucial. Porque la respuesta que
demos a esa pregunta determinará la interpretación que daremos al libro.
La manera en que interpretemos este libro estará
determinada por lo que pensemos que este libro es.
Si estamos errados en la naturaleza del libro de
Apocalipsis, estaremos errados en la manera en que lo manejamos.
Veamos pues, los elementos fundamentales que nos
ayudarán a clarificar lo que el libro de Apocalipsis no es y lo que sí
es. Esto nos servirá para llegar a conclusiones correctas cuando nos
encontremos estudiando algunos de sus pasajes.
Para contestar entonces, nuestra primera pregunta
de “¿Qué es el libro de Apocalipsis?” veamos en primer lugar lo que el libro NO
es, para luego explicar lo que el libro ES.
A- Lo que el libro no es.
1- El libro de
Apocalipsis no es un tratado de historia profética escrita de antemano
que describe en lenguaje secreto o en códigos escondidos los detalles de la
historia futura del mundo secular o de la iglesia.
Muchos cristianos se acercan al libro de Apocalipsis con
la preposición, con el prejuicio, con la idea preconcebida, de que este libro
es una especie de “bola de cristal cristiana” para interpretar la
historia.
Estas
personas piensan que en este libro Juan escribió de antemano la historia
venidera… y que el único problema que encontramos es que necesitamos descifrar
ciertos “códigos secretos” de esas misteriosas figuras y símbolos.
Ellos dicen “si tan sólo pudiéramos encontrar la manera
de descifrar el significado de las bestias, de los caballos, de los dragones,
etc., etc., entonces podríamos entender el significado escondido de la
profecía, y podríamos saber lo que seguirá sucediendo en la historia futura del
mundo y de la iglesia”.
Y hay centenares de libros que tratan de explicar de
manera fantasiosa estas figuras y han visto en ellas a Napoleón Bonaparte,
Mussolini, Hittler, Mao-Tse-Tung, la Comunidad Europea, etc. Etc.
Pero todos aquellos devotos que leen esos libros yerran
en la naturaleza del libro de Apocalipsis. Este libro no es un
tratado de historia pre-escrita en códigos escondidos.
2- El libro de
Apocalipsis no es un relato pre-escrito de eventos que serán limitados
por unos cortos años antes del final del mundo.
Hay
personas que se acercan al libro de Apocalipsis con la idea pre-concebida de
que aparte de los primeros 3 capítulos, todo lo que se habla desde el capítulo
4 hasta el final, describe un corto segmento de la historia del mundo 3 ½ años
o 7 años antes del regreso del Señor Jesucristo para establecer un reino
milenial, y que luego tenemos la descripción de ese reino milenial y luego el
fin del mundo.
Esta tampoco es la naturaleza del libro de Apocalipsis.
El libro de Apocalipsis no es un relato pre-escrito de los eventos a suceder
justo antes del final del mundo.
Bien. Hasta ahora, ustedes han sido muy pacientes viendo
las aseveraciones de lo que el libro no es, pero no hemos dado pruebas
bíblicas de por qué decimos que esa no es la naturaleza del mismo.
A continuación vamos a enumerar algunas aseveraciones
positivas de lo que realmente es la naturaleza de este libro, y para
cada una de estas aseveraciones, veremos el apoyo bíblico correspondiente.
B- Lo que el libro es.
¿Esencialmente, qué es el libro de Apocalipsis?
1- Apocalipsis es un libro de REVELACIÓN escrito en
lenguaje pictórico que pertenece a un género literario conocido como
“apocalíptico”. (Leer Ap.1:1)
La revelación
La palabra Apocalipsis es una transliteración
(traducción literal) de la palabra griega apocálipsis (apokalujiV) que
significa “revelación”. Si observan el primer versículo de este libro, notamos
que dice “La revelación de Jesucristo, que Dios le dio…” En el idioma original,
la primera palabra griega que aparece en este libro es apocálipsis que
es lo mismo que decir en nuestro idioma “revelación”.
A diferencia de la mayoría de los libros de la Biblia,
el libro de Apocalipsis contiene su propio título: “La Revelación de
Jesucristo” o “El Apocalipsis de Jesucristo”. Esta palabra “apocálipsis” se
puede traducir como “revelación”, “un acto de develar algo que estaba oculto”,
“quitar el velo”, “un acto de descubrir algo que estaba cubierto” o “una
divulgación”. En el NT esta palabra describe la revelación de las verdades
espirituales (Rom. 16:25; Gal. 1:12; Ef. 1:17; 3:3), la manifestación de los
hijos de Dios (Rom. 8:19), la luz para la revelación a los gentiles por medio
de la encarnación de Cristo (Luc. 2:32), y la gloriosa aparición de Cristo en
Su segunda venida (2 Tes. 1:7; 1 Pe. 1:7). En todos estos usos, la palabra
“revelación” se refiere a algo o alguien que estaba una vez escondido, pero que
ahora se ha hecho visible.
Así es que el libro de Apocalipsis es un libro cuyo fin
consiste en “revelarnos algo”, es una “revelación” de Jesucristo, no es una
“confusión”. Es un libro que nos revela, que nos descubre la cortina del
gran trono de Dios para que comprendamos mejor ciertas verdades sobre el reino
espiritual de Dios de manera que esto nos llene de confianza, de ánimo y de
gozo. Nos descubre, nos revela o “devela” (quita el velo) a Jesucristo en
gloria. Nos habla de su final victoria que toda la Escritura ha hecho
referencia anteriormente. Y esta “revelación”, dice el libro, fue dada a
Jesucristo por Dios el Padre para ser dicha a sus siervos y la declaró al
Apóstol Juan, por medio de un ángel (1:1).
El lenguaje apocalíptico
Pero si es así, si Apocalipsis es un libro de
revelación, ¿por qué entonces existe tanta confusión en torno a este libro?
Bueno, en parte porque esta “revelación” ha sido dada en un género literario
“apocalíptico”, esto es, un lenguaje pictórico, un lenguaje figurado, lleno de
ilustraciones y figuras con el objeto de revelar las realidades espirituales
que rodean la iglesia de Cristo, y como nosotros no estamos acostumbrados a
leer este tipo de literatura, tiende a confundirnos más que a aclararnos. Pero
debemos tener en cuenta que los destinatarios de este libro estaban muy
familiarizados con este tipo de lenguaje pictórico. La literatura apocalíptica
era muy común para los judíos del AT y NT.
De hecho en la literatura cristiana el libro más
conocido mundialmente después de la Biblia, está escrito en lenguaje
apocalíptico, esto es, “El Progreso del Peregrino” de Juan Bunyan. Y entre la
literatura judía (no inspirada) circulaban muchos libros con este tipo de
lenguaje, tales como “Los libros de Enoc” y el libro de “Las Asunciones de
Moisés” los cuales son citados por Judas en su corta epístola.
En el canon Bíblico, aparte del libro de Apocalipsis,
hay varios libros del Antiguo Testamento que están matizados de este género
literario apocalíptico, como por ejemplo: Daniel, Ezequiel, y Zacarías. Estos
libros contienen “visiones” que tratan de describir en figuras lo que el
profeta estaba viendo. Este género literario utiliza figuras, símbolos para
expresar verdades que no son fáciles de expresar en un lenguaje ordinario.
Por ejemplo, en Daniel 7:16 cuando Daniel VIO en una
VISION el mar agitado y cuatro bestias que salen del mar, él le preguntó al
ángel que estaba con él que le explicase “la verdad acerca de todo esto” y dice
Daniel que el ángel le “hizo conocer la interpretación de las cosas”.
Daniel sabía que lo que él estaba viendo era una VISIÓN, y que por lo tanto no
podía ser interpretada literalmente. El sabía que esa visión era una
ilustración, una figura, un cuadro, un símbolo, de una enseñanza general que
Dios quería hacerle entender por medio de esta visión.
De la misma manera Juan en Apocalipsis, comienza su
libro en un lenguaje llano, en prosa, donde no hay nada confuso en los primeros
9 versículos porque Juan comienza a tomar nota en un lenguaje de prosa al que
estamos acostumbrados a leer, acerca de las cosas que él OYE que Cristo le
dice.
Sin embargo a partir del capítulo 4 en adelante, hay un
cambio radical en el estilo literario. Juan está enfocado en describir lo que
VE. Si tomamos una concordancia griega nos daremos cuenta que ese verbo (VER)
aparece unas 52 veces. Hay un cambio de literatura de un género de prosa (que
nos es familiar), a un lenguaje GRAFICO, un lenguaje de REVELACION o
Apocalíptico. Hasta que en el 20:6 Jesucristo concluye su revelación utilizando
nuevamente un tipo de lenguaje de prosa.
El lenguaje apocalíptico toma la figura, toma el cuadro
general de la imagen, no los detalles. Como por ejemplo las caricaturas
políticas o las caricaturas deportivas. Durante la temporada de béisbol, en el
torneo invernal dominicano, si usted ve una caricatura de un Tigre, que tiene
un uniforme de béisbol que dice “Licey”, y tiene un bate en la mano como que le
acaba de dar un batazo a un elefante con una gorra que tiene una estrella,
¿cuál es el mensaje?, que el equipo del Licey venció al equipo de las Estrellas
Orientales… no tiene nada que ver con el pleito literal de un tigre y un
elefante, sino más bien con la victoria de un equipo de béisbol (no de un
animal literal) contra el otro equipo. O si un economista habla de que hay una
“inflación galopante”, usted no va a creer que la inflación es un jinete a
caballo que va galopando literalmente, usted lo que piensa es que la inflación
o el costo de la vida está subiendo a un ritmo muy acelerado, donde los precios
de los artículos de primera necesidad van incrementando día a día.
O si un político habla “del pulpo de la corrupción
que está estrangulando la sociedad con sus tentáculos”… no se puede pensar
en un pulpo literal ni tampoco especular que son 8 tentáculos, y que cada
tentáculo del pulpo representa un grupo específico de la sociedad, ni nada por
el estilo. La frase usa el lenguaje figurado para expresar simplemente que la
corrupción ha aumentado a tal punto que ha afectado gran parte de la sociedad y
no parece haber un progreso al respecto, es como si estuviera estancada o
“atrapada”. La figura es más elocuente y gráfica, en este caso, que explicarlo
con muchas palabras. O sea que el mensaje de estas figuras es hallado en el
cuadro en general, no en detalles específicos.
Algunos aluden que debemos interpretar absolutamente
todo bajo un método literal. De hecho, nosotros creemos que la Biblia debe ser
interpretada por un método histórico-gramático-literal, esto es,
interpretando cada pasaje dentro de su contexto histórico, bajo las reglas
gramaticales del estilo con el cual ha sido escrito, y de manera totalmente
literal, hasta donde sea posible interpretarlo literalmente.
Pero lo cierto es que es imposible interpretar todo el
contenido bíblico de manera literal, por ejemplo, cuando Juan dice “vi una
mujer sentada… sobre siete montes… (17:3,9)” no puede ser interpretado como una
mujer literal… de hecho, el ángel mismo interpreta la visión diciendo a
Juan “y la mujer que has visto es la gran ciudad...” (17:18). O sea que lo que
Juan vio como una visión de una mujer sentada sobre siete montes… en realidad
significa la ciudad de Roma.
EL utilizar cualquiera de los extremos de manera
absoluta es incorrecto. Hay personas que interpretan “espiritualmente” o
“simbólicamente” todo lo que leen. Por ejemplo dicen que Daniel no fue
arrojado al foso de los leones literalmente, sino que eso es una ilustración de
“la iglesia en la tribulación”, cuando en realidad, estos fueron eventos
históricos literales, aunque ciertamente podemos sacar muchas enseñanza o
aplicaciones espirituales: a) Dios protege a los suyos; b) la fe con la que
Daniel se propuso no contaminarse desde su adolescencia dio fruto también en su
vejez para preferir ser arrojado al foso de los leones antes que desobedecer a
Dios.
En ese sentido, es importante que tengamos en cuenta que
el libro de Apocalipsis es un libro de revelación, de ilustración, que nos
muestra un mensaje de consolación enviado por Jesucristo, y que ha sido
expresado en un lenguaje mayormente pictórico, no en un lenguaje de prosa
literal (excepto algunos pasajes de la introducción, y de los primeros 3
capítulos, y de la conclusión).
- El libro de Apocalipsis es un libro de pinturas, no de crucigramas.
- Es un libro pictórico, de cuadros, dibujos y paisajes gráficos, no de enigmas que solo los genios deben resolver.
- El libro tiene el propósito de comunicar, de revelar alguna gran verdad y lo hace, pero de forma simbólica, por medio de una imagen, de una figura, por medio de una señal.
Es como cuando leemos una parábola de Jesucristo, que no
se supone que forcemos los detalles, sino que tomamos su mensaje, su idea
general. Lo importante en todas estas imágenes es tomar la idea que nos quieren
transmitir, no los detalles de cada una. De la misma manera que interpretamos
el mensaje que efectivamente nos comunica una caricatura, de la misma manera
debemos tomar el mensaje que quiere comunicarnos el Señor en Su Palabra por
medio de estos símbolos, números, e imágenes. Ahora, ¿cómo podemos
interpretarlos? ¿Cuál es la clave? La Biblia se interpreta a sí misma. A veces
el mismo autor nos dice qué significa esto, como lo vemos en los ejemplos
anteriores, donde a Daniel se le dijo que “las cuatro bestias son cuatro reyes”
o a veces debemos interpretar estos textos “oscuros” a la luz de otros más
claros. Pero siempre debemos interpretar de acuerdo al género literario en que
se escribe. Si es prosa, como prosa literal; si es poesía, tomar la idea de la
poesía, y si es figura o símbolo, tomar el significado que la Biblia le da a
tal símbolo.
Como dice Poythress hablando del libro de Apocalipsis,
no debemos acercarnos al libro desde el punto equivocado:
“Suponte
que comienzo a estudiar el libro preguntado ‘qué significan los pies como de
oso en Ap.13:2’? Si comienzo por este detalle, e ignoro el cuadro general,
estoy metiéndome en problemas. Dios está en el centro de Apocalipsis (Ap.4 – 5
). Debemos comenzar con El y con los contrastes entre él y sus oponentes
satánicos. Si en vez de eso, tratamos de armar un crucigrama de detalles, es
como si tratáramos de utilizar un cuchillo agarrándolo por el filo en lugar de
sujetarlo por el mango. Estamos comenzando por la punta equivocada. Apcalipsis
es un libro de imágenes, no es un libro de crucigramas. No trates de
resolverlo. No te preocupes por los detalles aislados. Más bien, sumérgete en
el todo de la historia que describe. Alaba al Señor. Ovaciona a los santos.
Detesta la Bestia. Aguarda por la victoria final”.[4]
2- Apocalipsis es una extensa carta o un libro corto
enviado a siete (7) iglesias existentes en Asia Menor probablemente en el año
95 D.C. (Leer Ap.1:1-4)
Es una carta: Noten que Apoc.1:3 dice
“Bienaventurado el que lee (singular), y los que oyen (plural)
las palabras de esta profecía”. Es decir, que era un manuscrito que sería leído
por uno o varios lectores (posiblemente alguno de los ancianos, o algún hermano
designado para leer) frente a la congregación, esto es, una cantidad de
personas que iban a escuchar el contenido de esa carta. Ver Col.4:16.
O sea que era una costumbre entre las Iglesias del Señor
leer las epístolas o cartas escritas por los apóstoles. Y en esos casos, uno de
los hermanos o de los pastores designados para leer la carta, la debía leer
delante de toda la congregación, y esto así, en cada una de las Iglesias. Por
eso le dice Juan a sus destinatarios “Bienaventurado el que lee, y
bienaventurado los que oyen”.
Destinatarios: Notemos en Apoc.1:4 que
dice "Juan, a las siete iglesias que están en Asia". Noten que NO dice "a las iglesias del final de la
historia." Está dirigiendo su carta a un grupo específico de
iglesias de Asia Menor que luego son mencionadas en 1:11.
“…Escribe en un libro lo que ves y envíalo a las siete
iglesias que están en Asia: a Efeso, Esmirna, Pérgamo, Tiatira, Sardis,
Filadelfia y Laodicea.” (Ap.1:11b).
Podemos revisar muy brevemente los capítulos 2 y 3 donde
se detalla el mensaje a cada una de estas iglesias: 2:1, 8, 12, 18; 3:1, 7, 14.
Por supuesto que el mensaje que Jesucristo envió a estas
iglesias se puede aplicar a nosotros en el día de hoy. Pero se aplica de la
misma manera en que aplicamos el resto de las epístolas del Nuevo Testamento.
Tomemos como ejemplo:
- Las cartas de Pablo a los corintios. (problemas particulares de esa iglesia)
- Pero así mismo Pablo escribió cartas a Timoteo y a Tito en circunstancias muy particulares como pastores que eran en Efeso y en Creta respectivamente.
- Filemón. Una carta personal para un problema particular.
Pero de todas ellas derivamos principios para nuestras
vidas.
Asimismo Apocalipsis, es un libro escrito a un grupo de
iglesias específicas de Asia Menor, pero del cual podemos sacar aplicaciones
prácticas para nosotros en el día de hoy. (VER AP.22:7, 17).
3- Apocalipsis es un libro enviado por un apóstol
exiliado a iglesias que estaban experimentando gran conflicto y sufrimiento.
Apoc.1:9 dice “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe
vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba
en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de
Jesucristo”.
En este versículo de Ap.1:9 vemos:
ü
Que Juan está exiliado por causa del evangelio: “estaba
en la isla llamada Patmos, por causa de la Palabra de Dios”.
ü
Que Juan se identifica con las circunstancias actuales
de estas iglesias como “copartícipe” de ellos en la tribulación: “Yo Juan,
vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la
paciencia de Jesucristo…”
En ese contexto, el contenido de este corto libro o
extensa carta, está marcado por cuatro aspectos que vamos a enumerar a
continuación:
II-
¿Cómo es el contenido del libro de Apocalipsis?
En ese último contexto que hemos enunciado, siendo que
esta carta se dirige a iglesias que estaban sufriendo, el contenido
de Apocalipsis está marcado por cuatro aspectos.
A- El libro de
Apocalipsis está marcado de un contenido altamente ético y práctico.
Cuando el manuscrito del amado Apóstol Juan llegó a cada
una de estas iglesias, una de las primeras expresiones que escucharon por
primera vez los ancianos y los miembros de cada iglesia fue Apoc.1:3. VAMOS A
LEER LOS PRIMEROS VERSÍCULOS DEL LIBRO IMAGINÁNDONOS QUE NOSTROS ESTAMOS
SENTADOS EN UNA DE ESAS IGLESIAS EN AQUEL TIEMPO:
(IMAGINENSE que nosotros estamos sentados en una de las
iglesias de Asia Menor que está sufriendo, para el año 95 d.c., donde ya
Jerusalén fue devastada hacía 25 años atrás en el año 70d.c., donde había
persecución, apostasía, y a todo esto, el SEÑOR, que había prometido que
volvería, no había vuelto)
IMAGINATE en esa situación de sufrimiento y persecución
y apostasía de la fe, que tú estás sentado en una de esas Iglesias de Asia
Menor, y que viene el hermano designado y comienza a leer lo siguiente:
“…dichoso el que lee, y los que oyen las palabras de
esta profecía, y guardan las cosas en ella escritas..”
¿en qué
crees que estos hermanos pensarían? ¿en guardar las
palabras escritas aquí o en una bola de cristal del futuro? Es obvio que si
tú hubieras estado sentado en una de esas iglesias oyendo la introducción de
esta carta hubieras entendido que eras dichoso por escuchar y guardar las cosas
que ibas a escuchar!
Y a
continuación, noten algunos pasajes de la carta donde exhorta a cada una de las
iglesias a que guarden las palabras que Cristo les decía.
ü Ap.2:5-7 A la iglesia de Efeso
ü Ap.2:10 A la iglesia de Esmirna
ü Etc.
Otro
pasaje que podemos observar es Apoc.22:7 “¡He aquí, vengo pronto! Bienaventurado
el que guarda las palabras de la profecía de este libro”.
Guardar
aquí significa dos cosas:
ü Por un lado, “Recibirlas por fe”
(que son palabras de Dios)
ü Por otro lado, “Vivir por ellas”
En ese
sentido, cualquier acercamiento al libro de Apocalipsis que quite el sentido
ético y práctico es una violación a lo que dice Dios concerniente a la
intención y a la naturaleza de este libro. Por eso, no podemos ir con ideas
preconcebidas sino atendiendo a lo que el libro de Apocalipsis dice de sí
mismo.
B- Un
contenido eminentemente contemporáneo.
Cuando hablamos de un contenido “eminentemente
contemporáneo” nos referimos a que los escritos de Juan en el Apocalipsis están
dirigidos primordialmente a un grupo de Iglesias que estaba EN ESE MOMENTO
pasando por una situación dada.
En otras palabras, Juan no estaba pensando en la Iglesia
del siglo XXI, él estaba escribiendo a Iglesias de ESE TIEMPO, y por eso
decimos que su contenido es eminentemente contemporáneo, relativo a ese tiempo.
Dice Apoc. 1:19 “Escribe las cosas que has visto, y las
que son, y las que han de ser después de estas”. ¿Que le escriba a quién?
¡A las siete iglesias, por supuesto! No habla de que escriba de los eventos que
vendrían a las iglesias del futuro.
Claro que hay elementos en el libro de Apocalipsis que
sucederán en futuro, como por ejemplo, el regreso en gloria del Señor
Jesucristo, el juicio final y el establecimiento de un nuevo cielo y una nueva
tierra. Pero cuando Juan habla de que estas cosas irían a suceder PRONTO, se
refería a la BREVEDAD de la consumación de esta profecía al compararla con la
profecía del antiguo testamento. En aquel tiempo, Daniel profetizó la
INAUGURACION del Reino de Dios. Cuando Juan escribe el Apocalipsis, ya el reino
había sido inaugurado, estamos en la fase de SIEMBRA (Mateo 13 y 1Co.15:20-28),
ahora Juan profetiza sobre la fase de SIEGA. Daniel profetizó 600 años antes de
Cristo que el Reino de Dios sería inaugurado. Eso pasó cuando vino Jesucristo
la primera vez, 600 años después de Daniel. El Señor vino, y dijo que su reino
había llegado, pero el misterio de ese reino consiste en que los justos y los
injustos crecerán en medio de este reino (Mat.13: ) hasta que él venga en
gloria a su su fase de siega para juzgar el mundo, separar los justos de los
injustos, e instaurar su reino eterno inmediatamente después del juicio.[5]
El punto que deseamos exponer es que estas verdades eran
un consuelo para estas personas en Asia Menor. Estas promesas eran dadas a esas
Iglesias de ese tiempo como consuelo de las cosas que van a suceder. En el
tiempo de Dios, el reino de Dios que está en su fase de siembra será
finalmente instaurado a plenitud en su fase de siega.
Apocalipsis 22:6 “Y me dijo: Estas palabras son fieles y
verdaderas. Y el Señor, el Dios de los espíritus de los profetas, ha enviado su
ángel, para mostrar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto”.
C- Un
contenido esencialmente orientado al tema de conflicto y conquista.
Al leer
el libro de Apocalipsis, aún dándole un vistazo rápido, notaremos que uno de
los temas más mencionados es el tema de la conquista en medio del conflicto.
Para que
tengan una idea, en todo el Nuevo Testamento la palabra “guerra” o “hacer
guerra”, aparece 10 veces; mientras que solamente en Apocalipsis, la palabra
“guerra” aparece 16 veces.
Como ilustración, veamos un par de textos:
Apoc. 17:14 “Pelearán contra el Cordero <conflicto>, y el Cordero los vencerá, <conquista> porque él es Señor de señores y
Rey de reyes; y los que están con él son llamados elegidos y fieles”.
Guillermo
Hendriksen,de hecho, ve el tema del libro declarado completamente en este texto
(17:14). Pues, como veremos en nuestra próxima lección, el TEMA del libro de
Apocalipsis es precisamente “La victoria de Cristo y de su Iglesia sobre el
dragón (el diablo) y sus ayudantes”. Por eso, como es de esa VICTORIA que
habla este libro, el contenido está orientado al tema de conflicto y conquista.
Esta
declaración de triunfo siempre es relevante para los cristianos, de manera
particular en los días de debilidad y de poco crecimiento. Es como cuando
estamos viendo una película de suspenso, y vemos sufrir tanto al protagonista,
que la curiosidad nos mata y preguntamos al que ya la vió “pero Fulano, y es
que el protagonista muere al final de la película?” Y cuánto nos consuela que
nos digan, “No, al final de la película, los malos son condenados, y los
protagonistas son exaltados”.
Bueno,
guardando las distancias, y sin querer ser irreverentes, este es el tema del
Apocalipsis, que nos sirve de consuelo: al final de los tiempos, vendrá el
Señor por segunda ocasión y condenará a los impíos y dará entrada a su reino
eterno a sus santos glorificados.
Poythress
comenta en su libro que en cierta ocasión un grupo de estudiantes de teología
salía del gimnasio del seminario luego de jugar basketball y se encontraron con
un conserje leyendo el libro de Apocalipsis. Al preguntarle si él entendía este
libro el humilde hombre les respondió “ ¡Claro que lo entiendo!” Y ellos,
perplejos por la respuesta, le preguntaron “y de qué trata?” Y él les respondió
con una respuesta muy simple, pero de significado profundo: “Básicamente trata
de que Jesús va a ganar”.
Otro
texto donde podemos ver este tema de conflicto y conquista es Apoc. 19:14-15:
“Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le
seguían en caballos blancos <conflicto>. De su
boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las
regirá” <conquista>.
Vemos
como se contrasta el conflicto y la conquista. Y es que como los
destinatarios sufrían, Jesucristo les envió un mensaje de consolación para que
supieran que El mismo vendría a pelear por ellos ya que él venció y conquistó.
Al final
del siglo, Cristo viene a vencer sus enemigos y a reinar por siempre.
D- Apocalipsis
tiene un contenido esencialmente Cristo-céntrico.
Desde el mismo inicio de la carta, vemos que es:
ü
La revelación (apocalipsis) de Jesucristo. (Ap.1:1)
ü
En 1:5 “el testigo fiel, el primogénito de los muertos,
y el soberano de los reyes de la tierra…” (EL tiene el control!)
ü
Luego sigue dándole gloria en el 1:5b y siguientes
versículos, hasta que narra más adelante la visión que tuvo Juan del Señor
Jesucristo.
Esta visión queda grabada en nuestras mentes de manera
que seguimoshallando consuelo en nuestro majestuoso Señor.
Ahora, hermanos, yo pregunto: ¿Cómo podremos hallar
consuelo viendo en estos pasajes la figura de Napoleón Bonaparte con su mano
dentro de su túnica? Más bien, encontramos consuelo viendo a Jesucristo
reinando en su trono, el Cordero de Dios que vino y volverá!
De hecho uno de los temas dominantes en este libro es el
reinado de Cristo.
Para que tengan una idea de la importancia del reinado
de Cristo como tema dominante del libro de Apocalipsis, les doy estas
estadísticas.
ü
La palabra "trono" se utiliza 15 veces
en todo el NT desde Mateo hasta Judas,
ü
pero sólo en el libro de Apocalipsis la palabra “trono”
se cita 45 veces!
ü
De estas 45 veces, 4 ó 5 veces la palabra “trono” no se
refiere al trono de Dios, sino al trono del maligno, de los ancianos o líderes
de la iglesia. Pero aún así unas 40 veces este libro enfatiza el trono del
Señor.
¿Y qué hay en este tema del reinado de Cristo que puede
consolarnos, en el conflicto, o en el sufrimiento...? El consuelo está en
que este trono tiene un ocupante, y el ocupante de ese trono es el Rey de
Reyes; es el Señor de Señores, el Admirable, el Consejero, Dios Fuerte, Padre
Eterno, Príncipe de Paz, el que rige y controla todo el universo.
Por eso,
nuestra iglesia contemporánea que vive en una decadencia espiritual, en luchas,
en tribulación, en apostasía, etc., puede y debe encontrar consuelo, aliento y
estímulo en el trono de Cristo.
Esto es lo que necesitamos, una manifestación del trono
de Dios en nuestras vidas. Cuarenta veces Juan dice “el trono!, el trono!, el
trono!!!”
Y es importante que consideremos las implicaciones del
trono: implica Poder, porque El es Todopoderoso; implica Separación, porque El
es Santo; implica control, porque el es Soberano; implica sabiduría, porque El
es omnisciente.
Miremos rápidamente algunos textos de Apocalipsis donde
encontramos ese consuelo de que Dios está reinando. Dios está en control!!
Mira el contenido de este libro y recibe la bendición de
su consuelo!
A todos estos creyentes perseguidos se les da
la seguridad de que:
- Dios ve sus lágrimas 7:17; 21:4
- Se les asegura que Sus oraciones gobiernan el mundo! 8:3,4
- Se les asegura que Su muerte es preciosa a los ojos de Dios, y sus almas ascienden inmediatamente al cielo, a un cielo cuya gloria sobrepuja infinitamente los sufrimientos terrenales 14:13; 20:4.
- Se les asegura que Su victoria final está asegurada 15:2
- Se les asegura que Su sangre será vengada 6:9; 8:3
- Se les asegura que Su Cristo vive, y reina eternamente, y vendrá!! Sí, Ven, Señor Jesús.
III-
Palabras Finales a Modo de Conclusión.
ü
Hermanos, yo no pretendo ser simplista con este solemne
y profundo libro de Apocalipsis. Y te entiendo cuando lo relegas en un segundo
plano por su simbolismo y por su estilo único y diferente.
ü
Tampoco ha sido la intención explicar en un solo estudio
todos esos pasajes del libro de Apocalipsis que no se pueden interpretar con
una simple lectura sino que ameritan estudiarse más despacio, en el contexto de
todo lo que hemos visto y a la luz del resto de las Escrituras. Y en ese
sentido, les exhorto: primero a LEER el libro de Apocalipsis, pero segundo, les
recomiendo leer el libro de Hendriksen “Más que Vencedores”, el cual les
esclarecerá el entendimiento para entender el mensaje envuelto en el simbolismo
y estilo judío de este libro. Y para los que leen en Inglés y desean
profundizar más a fondo, reitero el libro de Poythress, “The Returning King”.
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