lunes, 27 de julio de 2015

Carta a los Hebreos



19 Hebreos
Por Arturo Pérez
Tema 19. Epístola a los Hebreos

Introducción

El título de cada uno de los libros del NT fue agregado luego de que los libros fueron compilados en un solo volumen, más allá del 100 d.C. Tradicionalmente esta epístola tiene el título en griego que dice “A los Hebreos”, el cual ha permanecido de esta manera.

Sin embargo, dentro de la epístola misma no especifica a quién fue dirigida, ni dice explícitamente si fue a hebreos (judíos) o a gentiles que se escribió. Claro que por las referencias a la historia y religión de los hebreos, y ya que no aborda ningún tema o práctica particular de los gentiles, el título se ha mantenido tradicionalmente como “Hebreos”, como dirigida a los judíos.

Aunque el capítulo 13 muestra su carácter epistolar, el resto del documento parece más un discurso teológico que una carta.

I. Tema central de la carta a los Hebreos.



“La infinita superioridad del cristianismo sobre el judaísmo basado en el sacerdocio perfecto, completo, intransferible y eterno de Jesucristo.”

El escritor de esta epístola enfatiza la superioridad del Cristianismo sobre el Judaísmo y la superioridad del sacrificio perfecto de Cristo hecho una sola vez y por todas, sobre los sacrificios que se repetían una y otra vez en el templo, por su carácter imperfecto y temporal. Todo el tema de la epístola se desarrolla alrededor de la palabra “mejor”, que se usa en una serie de comparaciones para demostrar cómo la revelación de Dios en Cristo es superior a la revelación que vino por medio de la ley, especialmente aquella ley que fue aplicada mediante el sacerdocio levítico.

El gran tema de la carta a los Hebreos es que Jesucristo ha completado en un Nuevo Pacto todo lo que el Antiguo Pacto había iniciado. De ahí que el libro de Hebreos está lleno de referencias del Antiguo Testamento.

Como el libro de Hebreos compara el sacerdocio imperfecto levita con el sacerdocio perfecto de Cristo, es imprescindible un conocimiento del libro de Levítico para poder entender Hebreos. Dios había instituido en su pueblo de Israel un sistema de sacrificios que simbólicamente representaban el arrepentimiento interno de los pecadores de Israel, y su perdón divino. Sin embargo, la necesidad de los sacrificios nunca terminó porque el pueblo y los sacerdotes continuaban pecando, y el sacrificio debía ser repetido una y otra vez. Así que, no sólo el pueblo de Israel, sino toda la humanidad necesitaba de un sacerdote perfecto y de un sacrificio perfecto que quitara el pecado de una sola vez y por todas. Por eso Juan dijo “he aquí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo” (Jn.1:29).

La epístola a los Hebreos es un estudio que contrasta los rituales imperfectos e incompletos del Antiguo Pacto, dados bajo Moisés, con la provisión infinitamente mejor del Nuevo Pacto ofrecido por el perfecto Sumo Sacerdote, el Unigénito Hijo de Dios, el Mesías, Jesucristo.

II. Autor, Lugar y Fecha en que fue escrita.

¿Quién fue el autor de Hebreos?
Se desconoce quién escribió Hebreos. Se han sugerido muchos nombres como posibles autores: Pablo, Bernabé, Silas, Apolos, Lucas, Felipe, Priscila y Aquila. Pero el vocabulario de la epístola, su estilo, y muchas de sus características no ayudan a pensar de manera contundente y definitiva que sea alguno de ellos.

Quien quiera que sea el autor, se incluye a sí mismo entre las personas a quienes otros habían confirmado el mensaje de Cristo (He.2:3). Parece que el autor prefería citar la Escritura del AT desde la Septuaginta (LXX) en lugar de citar desde el texto hebreo.

Muchos han creído que Hebreos fue escrita por el Apóstol Pablo, pero en la actualidad pocos estudiosos evangélicos aceptan que Pablo es el autor. Aunque él pudo haberla escrito, algunos dudan de su autoría ya que Pablo se jactaba de ser un hombre de palabra llana y sencilla, pero el estilo del griego con que se escribió esta epístola, es un estilo altamente fino, y completamente diferente al estilo directo de Pablo. Algunos de los que piensan que Pablo es el autor, dicen que Pablo omitió su nombre de manera prudente porque los hebreos estaban predispuestos con él y también defienden la diferencia de estilo literario diciendo que Pablo la escribió originalmente en el idioma hebreo, y Lucas la tradujo al griego.

Sin embargo el mismo Calvino, en el siglo XVI dijo, “no puedo dar razones para mostrar que Pablo fue su autor”. En 1537, Martín Lutero sugirió que Apolos era el autor. Otros han mencionado a Lucas y a Bernabé.

Por otra parte, el puritano John Owen, y el escritor moderno A.W. Pink, afirman vehementemente que el Apóstol Pablo es el escritor de Hebreos. Cierto comentarista moderno que cree que Pablo escribió Hebreos cita a un comentarista que no cree que Pablo lo escribió, pero que al final lista una serie de características que debía tener quien quiera que escribió Hebreos, como por ejemplo “tuvo que haber sido un hombre con un conocimiento teológico muy grande”, “con un vasto conocimiento de los judíos”, “con dones excepcionales”, y que “conocía a Timoteo (He.13:23)”… y por eso concluye ese comentarista “por todas estas razones es que pienso no pudo haber sido otra persona que Pablo”.

Hoy día las opiniones están muy divididas y los estudiosos admiten que este enigma no parece tener una solución. Es mejor aceptar que la epístola es anónima. A fin de cuentas, estamos convencidos de que Dios, el Espíritu Santo, es el autor de toda la Biblia (2 Pet. 1:21). De hecho, Hebreos 1:1 dice quién fue su autor: DIOS. Hebreos es parte de la inspirada Palabra de Dios y su autoridad no se deriva de ningún autor humano sino de sus orígenes divinos.

Fecha
Fue probablemente escrita entre el 65d.c. y el 69d.c., a un grupo de judíos cristianos quienes estaban siendo tentados a dejar el cristianismo. Esto nos lo da a entender algunos textos como:

·        (5:12) “Porque debiendo ser ya maestros, después de tanto tiempo...”
·        (10:32) Tenían tras sí un largo pasado de persecuciones. 10:32, “Pero traed a la memoria los días pasados, en los cuales, después de haber sido iluminados, sostuvisteis gran combate de padecimientos”
·        (2:3,4) 3“¿cómo escaparemos nosotros si descuidamos una salvación tan grande? La cual, habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron, 4testificando Dios juntamente con ellos, con señales y prodigios y diversos milagros y repartimientos del Espíritu Santo según su voluntad”. (Parece que los milagros que antes acompañaban la predicación ya no se producían más).
·        El uso del tiempo presente en los textos 5:1–4; 7:21,23,27,28; 8:3–5,13; 9:6–9,13,25; 10:1,3,4,8,11; and 13:10,11 dan a entender que el sacerdocio Levítico y el sistema de sacrificios estaba todavía en operación cuando la epístola fue escrita. Como el templo fue destruido por el General Tito en el año 70 DC. (que luego fue Emperador), la epístola tuvo que haber sido escrita antes de esa fecha. Los lugares de reunión fueron destruidos paulatinamente desde las guerras judías que comenzaron en el 66 d.C. y el templo de Jerusalén fue devasatado en el 70d.C. Así que si el autor hubiese escrito después de estas destrucciones, lo hubiera utilizado como argumento para demostrar que ya esos sacrificios no se ofrecen (pero se estaban ofreciendo). En lugar de escribir en el 8:13 “Al decir: Nuevo Pacto, ha dado por viejo al primero; y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desaparecer” (8:13), hubiese dicho “ya desaparecieron por completo todos los sacrificios y sus altares”.
·        Sus primeros maestros ya habían muerto (13:7) “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.”
·        Además notamos que Timoteo había sido libertado de la prisión (He.13:23) y que la persecución estaba siendo cada vez más severa (10:32–39; 12:4; 13:3). Estos detalles podrían acotar la fecha posible de escritura entre el 66 al 69 d.C.


III. Destinatarios y propósito

Destinatarios

Para interpretar adecuadamente la epístola a los Hebreos debemos reconocer que se dirige a tres grupos de judíos.
1- Judíos Creyentes
2- Judíos Inconversos que estaban intelectualmente convencidos del evangelio
3- Judíos Inconversos que habían sido atraídos por el evangelio y la persona de Cristo pero que no tenían una convicción real acerca del Señor.

Si erramos en reconocer estos grupos, caeremos en inconsistencias de interpretación con el resto de las Escrituras.

  • El grupo principal al que se dirige esta epístola está compuesto de judíos cristianos que sufrieron rechazo y persecución de sus vecinos judíos inconversos (10:32–34), aunque no llegaron a ser martirizados (12:4). Esta carta les daría ánimo y confianza en Cristo, su Mesías y Sumo Sacerdote. Era un grupo inmaduro de creyentes que fue tentado a mantenerse en los rituales simbólicos y débiles de las tradiciones del judaismo.
  • El segundo grupo al que se dirigió la carta eran judíos inconversos que estaban convencidos de las verdades básicas del evangelio, pero que no habían depositado su fe en Jesucristo como su Salvador y Señor. Ellos asentían intelectualmente a la fe del evangelio, pero espiritualmente no estaban comprometidos. A este grupo es que se escribe los siguientes textos: 2:1–3; 6:4–6; 10:26–29; y 12:15–17.
  • El tercer grupo era de judíos inconversos que rechazaban el evangelio, no estaban convencidos de la verdad del evangelio al que se habían expuesto. El capítulo 9 se dedica a este grupo (ver especialmente 9:11,14,15,27,28).

¿Dónde estaban ubicados estos judíos?
  • Las posibles localidades donde moraban los recipientes de la epístola incluyen Palestina, Egipto, Italia, Asia Menor y Grecia. La comunidad que primariamente recibió la carta probablemente la circuló entre aquellas iglesias de trasfondo judío.
  • El texto de He.13:24 “Los de Italia os saludan” es una referencia ambigua ya que de ella no podemos inferir si se trata de personas que habían salido de Italia y estaban en otro lugar enviando sus saludos, o si eran personas que estaban en Italia residiendo en ese lugar.
  • Grecia o Asia Menor son lugares posibles sobre todo por el uso consistente que tuvo el autor al citar la Septuaginta.
  • Esta generación de hebreos habían practicado los sacrificios levíticos en el templo de Jerusalén. Los judíos que vivían en el exilio habían sustituido el templo con las sinagogas, pero siempre estaban atraídos a adorar en el templo, así que algunos de ellos solían peregrinar al templo en Jerusalén.

Aunque no sabemos con certeza el lugar donde residían los destinatarios de Hebreos, sin duda alguna, la carta fue escrita primariamente a judíos cristianos que estaban siendo perseguidos a causa de su fe por otros judíos no-cristianos. Como consecuencia, ellos estaban comenzando a preguntarse si valía la pena ser cristiano. Ellos perdieron el esplendor y grandeza de las ceremonias del templo y la comodidad de los objetos religiosos visibles. Añadido a esto, ellos habían creído que Jesús iba a venir otra vez, pero ahora habían pasado 30 años desde la ascensión y El Señor aún no había vuelto por segunda vez. Por esto, tenían toda clase de problemas espirituales. Abundaban las dudas, las caídas y la confusión. ¿Cómo podría esto contrarrestarse?

Propósito: estímulo a la perseverancia de la fe.

Para estimularlos a la perseverancia de su profesión (6:11,12; 10:35-39) el autor les muestra la excelencia del Nuevo Pacto, en el cual ellos han entrado por el Señor Jesucristo, y su superioridad sobre el Antiguo pacto.

Las advertencias de 6:1-12 y 10:19-39 han causado problemas a algunos cristianos porque aparenta indicar que es posible caer de la gracia y perder la salvación.

Sin embargo estos pasajes lo que ponen de manifiesto ante nuestros ojos no es que los cristianos verdaderos pueden perder su salvación, sino que es posible que alguna persona tenga cierto parecido a un cristiano, se supone cristiano, y aún así no es salvo.

El pasaje de Hebreos 5:11 al 6:12, nos muestra gran parte del objetivo del autor al escribir esta carta: Amonestar a sus hermanos; Advertir de la posibilidad de que una persona que aparenta ser cristiano no lo sea realmente; y alentar a los hermanos por las promesas dadas por Dios en su Palabra.

En el anexo 1 hemos dejado algunas notas de cómo interpretar este pasaje de Hebreos 6:1-8.

IV. Contenido de Hebreos.

1:1 – 2:18
Jesús es superior a los ángeles
3:1 – 4:13
Jesús es mayor que Moisés y Josué
4:14 – 5:10
Un sacerdocio como el de Melquisedec
5:11 – 6:20
Una advertencia contra la apostasía
7:1 – 8:6
El sacerdocio de Jesús
8:7 – 10:18
El antiguo y el nuevo pacto contrastados
10:19-39
Otra advertencia
11:1-40
Ejemplos de fe
12:1 – 13:25
Alientos, advertencias y exhortaciones
(Ver Anexo 2 si desea estudiar un bosquejo detallado de Hebreos).

V. Resumen de Hebreos

Tengamos siempre en mente a los destinatarios de la carta y el propósito del autor, para que entendamos el contenido de Hebreos. Estos judíos creyentes a quienes el autor escribe no habían crecido mucho en su fe, estaban perseguidos por otros judíos no creyentes, desalentados porque habrían pasado unos 30 años de la resurrección de Cristo y ellos seguían padeciendo, estaban tentados a volver a los sacrificios y rituales levíticos, y por lo tanto necesitaban una amonestación, una advertencia y un aliento para seguir adelante, además de ciertas instrucciones para que entendieran que el viejo sistema de sacrificios era sólo una sombra de lo que vendría, y Cristo ya vino y se constituyó en nuestro Sumo Sacerdote eterno, sin sustitución, inmutable.

En ese contexto, el contenido de Hebreos es un tratado cristológico.

Capítulos 1 al 4
El Hijo, debido a que es la revelación final y completa de Dios, es superior tanto a los profetas (1:1-3) como a los ángeles (1:4 – 2:18) y también superior a Moisés y a Aarón, los mayores representantes del antiguo pacto (3:1 – 4:13). Esto prepara el camino para una exhortación a aferrarse a Cristo para obtener la ayuda que sólo él puede dar (4:14-16).

Capítulos 5 al 7
Al desarrollarse el tema central, Cristo es presentado como un sacerdote superior al orden de Aarón, por ser del orden de Melquisedec[1] (5:1 – 7:28).

Capítulos 8 al 10a
Este sacerdocio de Cristo se lleva a cabo bajo el nuevo pacto (8:1-13) en el nuevo santuario celestial (9:1-10) con un ministerio nuevo y mejor (9:11-14), que provee una herencia eterna (9:15-28) y que se basa en un sacrificio de eficacia final y definitiva (10:1-18).

Capítulos 10b al 13
La porción práctica de la epístola es un llamado a continuar avanzando con una fe renovada, sin despreciar la disciplina divina, llevando a su cumplimiento los frutos de la paz y de la santificación, y manteniendo las virtudes de una verdadera separación, perseverancia y obediencia (10:19 – 13:25).


VI. Peculiaridades

A. Palabras claves o ideas características

  • En cuanto a la forma griega del lenguaje, la manera de ser escrita la epístola a los Herbeos es de una alta calidad literaria marcada por una construcción cuidadosa y una dicción elegante.
  • Hay cinco advertencias serias dentro de los argumentos de la epístola. (2:1-4; 3:7 – 6:13; 5:11 – 6:20; 10:26-39; 12:15-29).
  • Términos más utilizados en Hebreos: ángel, santo/santificar, pecado, sacrificio, sangre, sumo sacerdote, promesa, pacto, palabra, testificar, mejor, perfeccionar, fe, salvación, descanso, cielo.
  • Está cargada de alusiones y citas del Antiguo Testamento, procedentes de la traducción de la versión LXX. Algunos pasajes se repiten a lo largo de la carta, como Sal.110:1,4.
  • Otro aspecto interesante es la clara exposición de los pasajes que cita del Antiguo Testamento. El autor era un expositor experto en el manejo de la Palabra de Dios. Es un ejemplo para los maestros y predicadores. Por ejemplo:

Texto de la carta a Hebreos
Exposición del Texto del A.T.
He.1:1 y sigt.
2Sam.7; Deut.32
He.2:5-18
Sal.8:4-6
He.3:1 – 4:13
Sal. 110:4
He.8:1 – 10:18
Jer.31:31-34
He.10:32 – 12:3
Hab.2:3,4
He.12:4-13
Prov.3:11,12
He.12:18-29
Ex.19:20



B. Grandes doctrinas
  • Nuevo Pacto. Hebreos explica el significado del nuevo pacto en forma más completa de lo que habló Jesús o de lo que escribió Jeremías (a quien cita en Heb.8:8-12 desde Jer.31:31-34).
  • Cristología. Es rica y variada. De hecho, en cuanto a contenido, Hebreos es un “tratado Cristológico”.
    • Hebreos añade mucho a la doctrina de la expiación la cual el autor coloca en su relación con el pacto.
    • Encarnación y Expiación. Hebreos conecta la encarnación con la expiación. La humanidad y la deidad del Hijo son asociadas más aún que el mismo evangelio de Juan.
    • Se emplean más de veinte nombres y títulos de Cristo.
    • Hay una especial atención a los oficios de Cristo, sobre todo a su posición como sacerdote-rey.
  • Escatología. Se presenta tanto realizada (1:2; 6:5) como futurista (9:28; 10:37).

El libro de Hebreos sirve en el estudio del Antiguo Testamento como excelente guía al significado de la tipología y a la compensación del permanente significado del ritual levítico. Aunque no se propone dar una exposición detallada de todos los rasgos de las ofrendas y las fiestas, confirma la función profética de estas ofrendas que señalaban hacia el Mesías (el Cristo), constituyendo así la llave para la interpretación de los tesoros del Antiguo Testamento.

¿Te has aburrido al leer el libro de Levítico? Cuando leas Levítico ve leyendo en paralelo el libro de Hebreos y verás que este es el mejor comentario que tenemos sobre estos asuntos, al punto que entendemos el rico significado de estos rituales a la luz del sacerdocio perfecto de Jesucristo.

C. Pasajes famosos

  • He.1:1-3 el Hijo (Jesucristo) es la revelación final de Dios.
  • He.4:12 La Palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos.
  • He.4:14-16 un Sumo Sacerdote que se compadece de nosotros.
  • He.9:27. Después de la muerte, el juicio.
  • He.10:22 Acerquémonos con corazón sincero
  • He.10:24-25 “…no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre”.
  • He.11:1 “Es pues, la fe, la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”. Hebreos bosqueja aquí el desarrollo de la fe por medio de varios personajes del AT.
  • He.12:1-2 “…teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puesto los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe…”
  • He.12:11 “Ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo…”
  • He.13:2 No os olvidéis de la hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”.
  • He.13:7 “Acordaos de vuestros pastores, que os hablaron la palabra de Dios; considerad cuál haya sido el resultado de su conducta, e imitad su fe.
  • He.13:8 “Jesucristo es el mismo ayer, y hoy, y por los siglos.”
  • He.13:15 “Así que, ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesen su nombre”.
  • He.13:18 “Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de cuentan; para que lo hagan con alegría, y no quejándose, porque esto no os es provechoso”.

Anexo 1. Notas sobre el texto de Hebreos 6:1-8. Por Arturo Pérez.

En el contexto desde 5:11 a 6:3 el autor amonesta a los que debían ser maestros y no eran más que niños en Cristo. Luego de la amonestación, les da la advertencia (6:4-8) y luego les da el aliento (6:9-12). Para propósitos de estas notas, sólo veremos los versículos más complicados, la advertencia de 6:4-8.

I.       La Advertencia (6:4 – 8)
A.     De quién habla, ¿de Creyentes o Inconversos?
Mi propósito es demostrar que el ejemplo que toma el autor para advertir a sus lectores NO es el de creyentes verdaderos que pierden la salvación, sino INCONVERSOS que se comportaban como creyentes pero que luego dieron el fruto de su impiedad.

Los judíos a los que se refieren los versículos 4 al 6 tuvieron CINCO ventajas que son resumidas en estos versículos: 1-Fueron iluminados; 2-gustaron el don celestial; 3- Participaron del Espíritu Santo; 4- Gustaron de la buena Palabra de Dios; 5- Vieron los milagros del reino de Dios (poderes del siglo venidero). Pero viendo de cerca cada uno de estos beneficios a los que estos judíos fueron expuestos, notaremos de inmediato que se trata de judíos inconversos, que habiendo estado en medio del pueblo de Dios, y participando de estos privilegios, aún así, al final dieron el fruto de su extravío, manifestando su condición real de inconversos, apostatando.

1.      Fueron ILUMINADOS (6:4). Entendieron el mensaje y profesaron la fe.
Primero que todo, debemos notar que este pasaje NO hace referencia en lo absoluto a la salvación. No se hace mención de la justificación, santificación, nuevo nacimiento ni regeneración.

De estos que fueron iluminados no se habla como que nacieron de nuevo, ni que fueron hechos santos, o hechos justos delante de Dios. Aquí no vemos ninguna de las palabras que el Nuevo Testamento utiliza para referirse a la salvación.

La ILUMINACIÓN de la que habla este texto tiene que ver con una percepción INTELECTUAL de la verdad bíblica. En la Septuaginta la palabra griega (photizo) se traduce como “dar luz por el conocimiento o enseñanza”. Significa estar mentalmente apercibido de algo, ser instruido, informado. No conlleva ninguna connotación de respuesta ni de aceptación ni de rechazo, ni de creer ni de desconfiar. Esto fue lo que sucedió con estos judíos que fueron ILUMINADOS pero no eran salvos. Entendían el plan de salvación de una manera intelectual, pero no se había efectuado una obra de regeneración en sus corazones.

2.      “Y gustaron del DON celestial...”

Este grupo de judíos no solo fue iluminado sino que también habían gustado del don celestial. Hay dos cosas interesantes que notar aquí:

a) La palabra DON usada en este texto es la palabra griega doreá (dwrea), no se usó la palabra Carisma.
Doreá significa un “don o regalo” enfatizando su carácter gratuito. En el NT se usa como don espiritual o sobrenatural, como un portento de Dios. (Juan 4:10; Hech.8:20).
Carisma (capisma) es la palabra que se usa para denotar don de GRACIA, don que involucra gracia (caris) de parte de Dios como dador.

b) Pero por otro lado, este don del cielo no fue ni siquiera recibido por estos judíos, sino que lo gustaron.

La palabra griega es geuomai (geuw) que significa “gustar”, “probar”, “catar”, lo cual NO es lo mismo que RECIBIR. Ellos probaron del don celestial, pero no dice que lo RECIBIERON. O sea que el uso de estas palabras da a entender que este individuo ha tomado parte de la actividad de la iglesia como un regalo de Dios, pero no implica que haya sido regenerado.

3.      “Partícipes del Espíritu Santo”.
Hay dos palabras griegas que se pueden traducir como “participar”:
Hebreos 2:14 “Participaron de carne y sangre” Participaron = Koinonía (koinwnia)
“El también participó de lo mismo” Participó = Metejo (meteco) Meta-cambiar; ejo-tener, cambiar de pertenencia (se hizo carne).

·         Koinonía es participar (tener comunión) a algo intrínseco a uno mismo.
·         Metejos es participar de algo que NO es intrínseco a uno mismo.

Esta palabra metejos se usa también en Lucas 5:7 en la pesca milagrosa cuando llamaron a los compañeros pescadores de otra barca para que viniesen a ayudarles con la pesca de tal manera que se hundían las barcas de tantos peces. Los pescadores fueron llamados a participar. En Heb. 2:4 habla también de que todos estos judíos estaban asociados a las señales y prodigios que el Espíritu hizo en medio de ellos.

Pero la Biblia nunca habla de Cristianos que se asocian con el Espíritu. La Biblia habla que el Espíritu Santo mora DENTRO de los creyentes verdaderos.

Estos inconversos fueron hechos participantes (se asociaron a) del Espíritu y los regalos de Dios pero nunca fueron sellados con El. Ellos NO poseían el Espíritu Santo ni el Espíritu Santo los poseía a ellos.

4.      Gustaron la buena palabra

De nuevo vemos que ellos gustaron (probaron) de algo, en este caso de la buena Palabra de Dios. Es decir las influencias de esta palabra que nos dan ya una experiencia de la vida en el cielo.
Estos inconversos entendieron el mensaje aprobándolo mental e intelectualmente y participaron de nuestra experiencia cristiana. Es un caso similar al de Herodes que se gozaba oyendo de buena gana a Juan el Bautista (Marcos 6:20). El estaba fascinado por la predicación de Juan pero cuando fue presionado a tomar una decisión a favor de la gloria de Dios, entonces menospreció al hombre de Dios y al mensaje de Dios y mandó a decapitar a Juan.
(Ver 2 Pe.2:12-13; Judas 12)

5.      Gustaron de los poderes del siglo venidero.

El siglo venidero es una expresión que se refiere al reino de Dios. Los poderes del reino son los portentos milagrosos. Los judíos habían visto los mismos milagros que se han de manifestar en la inauguración del reino de Dios (Mat.11:4-6) cuando estuvieron en los días de Jesús y en la era de los apóstoles. Ellos “gustaron” de esos milagros.

Estos judíos habían sido asombrosamente bendecidos por la iluminación de Dios, participando en medio del pueblo de Dios, asociándose con el Espíritu de Dios, gustando de los beneficios del Espíritu de Dios, su Palabra y su poder. Y aún así, no creyeron.

La advertencia que se da en este pasaje se puede resumir así: “Estás en el mejor momento para venir a Cristo, porque ya sabes todo lo que tienes que saber para arrepentirte, ya tienes el conocimiento básico de la verdad. Porque es IMPOSIBLE que si en este punto en que tienes esta luz, te apartas, despreciando el perdón de Dios, es imposible que seas llevado de nuevo al punto del arrepentimiento.

Si este texto hablara de creyentes, estaría enseñando que la salvación se pierde, porque dice que RECAYERON; de donde significaría que es IMPOSIBLE convertirse de nuevo.
La palabra ADUNATOS es la usada en 6:18 para decir que es IMPOSIBLE que Dios mienta. (10:4; 11:6). Reiteramos, si este pasaje habla de creyentes que pierden la salvación, entonces también enseña que es imposible que esos “creyentes” la recuperen. Pero eso no es lo que dice.

La Biblia enseña que la salvación no se pierde, cuando se tiene. (Juan 5:24; Ro.5:10; Ro.8:38-39; Ef.1:13-14; 1Pe.1:5; Judas 24).

La advertencia de Hebreos es solemne, no hay cosa más horrenda que irse al infierno a la sombra de un púlpito, desde el seno de la Iglesia de Cristo. No despreciemos, hermanos, las enseñanzas, y crezcamos en el conocimiento del Señor.

B.     Explicación del verso 6: “imposible que si desprecian la salvación sean renovados”

Renovar significa restaurar, traer de vuelta al estado o condición original. La condición original de estas personas (no creyentes) que el autor toma de ejemplo (“los que una vez fueron…”) era de entusiasmo por el evangelio que habían oído por primera vez. Estos judíos se habían movido desde el judaísmo muerto al punto máximo del Cristianismo. Estas personas habían llegado al punto máximo del conocimiento y participación de las cosas espirituales sin pertenecer a Cristo. Se les había dado toda la revelación de Dios. Ellos incluso tenían la ventaja de haber crecido bajo las enseñanzas del Antiguo Pacto y habían escuchado y visto toda la belleza y perfección del Nuevo.
Si ellos caían ahora, si ellos se apartaban del Dios viviente, no habría más esperanza que ellos pudiesen ser restaurados al lugar donde el evangelio estaba siendo predicado de manera fresca y pura, donde el evangelio era dulce, y donde el arrepentimiento es una respuesta apropiada. Cuando alguien está en el clímax de la experiencia cristiana del conocimiento y convicción, y luego se aparta del evangelio a un nivel más bajo, no hay forma en que esa persona aceptará. Así que la salvación se vuelve imposible.

Ellos no podrían volver porque habrían crucificado para sí mismos al Hijo de Dios, exponiéndole a vituperio. La frase “para sí mismos” simplemente significa que, ahora ellos pensaban que el Hijo de Dios merecía ser crucificado. Independientemente de los que ellos habían estado profesando abierta y públicamente de que eran creyentes en Cristo, ahora resulta que recayeron y se posicionaron con la multitud que crucificó a Cristo. Ellos estaban diciendo “nosotros también damos el veredicto de que Jesús es culpable y merece ser crucificado”. Vergüenza, vituperio, significa que lo están exponiendo como si fuera culpable.

C. La Ilustración (6:7 – 8)
La tierra es la gente; la lluvia es el evangelio (Mat 13)

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