viernes, 19 de febrero de 2016

Simón Bolívar a su paso por Chichiriviche estado Falcón



Simón Bolívar en Chichiriviche
Avanzada a través del largo camino sudamericano.


Luego de finalizar las campañas sureñas y propiciar su afán de regresar a la Patria, ante la llegada de noticias del descontento que reinaba en Venezuela a causa de la proliferación de tres partidos políticos (pardócratas, monárquicos y demócratas) y de las ideas antipatrióticas del general José Antonio Páez, Simón Bolívar partió de la ciudad de Lima (Perú) el día 4 de septiembre de 1826. Al embarcarse en el puerto de El Callao llega a Guayaquil para entrevistarse con los coroneles paecistas Urbaneja e Ibarra y desde allí continúa hacia Quito (Ecuador). 

El 5 de octubre sale para Bogotá (Colombia). El 25 de noviembre sigue la ruta hacia la Villa del Rosario (San José de Cúcuta, Colombia) donde ordena tomar medidas para reclutar tropas y continuar el avance. Entra a Venezuela el día 29 de noviembre por el río Zulia y llega a los Puertos de Altagracia, en el lago de Maracaibo, donde está su fiel amigo el general Rafael Urdaneta a quien le entrega ese departamento mediante un decreto que ordena a los realistas pasar a las órdenes patriotas. Bolívar durante todo el trayecto recibe emisarios que le informan confusamente acerca de las artimañas políticas que ocurren en Caracas, Valencia y Puerto Cabello.

Bolívar en tierras de la provincia de Coro.

Al iniciar Bolívar el recorrido en bestias y carretas por las áridas, ardientes y desoladas tierras corianas atravesó la zona de Mene de Mauroa y llegó a la localidad conocida como Casigua donde fue recibido por el comandante militar del cantón de Casicure, capitán Pedro Rodríguez.

Al día siguiente, siendo 21 de diciembre, el Genio de América y la comitiva realizan su llegada al pueblo de Borojo. Allí les preparan una rumbosa fiesta campestre donde hacen acto de presencia numerosos músicos locales que le dan ambiente al momento y Simón sale a bailar con una joven muy linda, de nombre Josefa, mejor conocida como la catira Terán (única hija de Tomasa Terán). Según la tradición oral, el brindis fue de vino casero.

Al llegar al pueblo de Capatárida el Libertador descansa por breves horas en la casa propiedad de los esposos don Basilio Mavare y doña Valentina Álvarez, ubicada en la hoy llamada calle Bruzual. Todas estas tierras se encontraban desoladas. Los campos lucían empobrecidos dado el caso de que los pocos rebaños de ganado vacuno habían sido utilizados para la manutención de los soldados o para venderlos en las islas de Aruba y Curazao a cambio de armas de guerra.

Los viajeros avanzan el rumbo desde Zazárida y llegan al hermoso paraje de Mitare a las cinco de la tarde donde los tranquilos habitantes, entre ellos el maracaibero Bernardo Bocanegra y familia, rebosan de júbilo ante la presencia de tan preciados líderes de la independencia. A la comitiva oficial se sumó, en el sitio conocido como Algodones, el destacado jurista mitarero licenciado José Inocencio Gil, amigo de añeja data del ilustre visitante.

Cuando el Libertador desmontó su caballo en Mitare amarró la bestia a una mata de cují. Durante un agasajo en su honor Bolívar volvió a hacer gala de sus sentimientos y galanterías al proponerle a la muy dulce joven María Encarnación Sánchez (Conchita Sanchito) bailar con ella, para lo cual solicitó a José de las Nieves Lugo (un muchacho de apenas dieciséis años de edad y director de los músicos) que ejecutaran piezas más rápidas y alegres ya que solo entonaban canciones de ritmo suave. El inmueble donde fue realizada la fiesta está ubicado al norte de la actual plaza Bolívar y pertenece a la sucesión de doña Catalina Miquilena.

A primera hora de la mañana del día 23, al haber saboreado el exquisito “cache” (café) mitarero, los viajeros tomaron el camino real que conduce a Santa Ana de Coro. Esa ciudad que ostentaba el aristocrático título de noble y que para la fecha se caracterizaba por su marcada adhesión y lealtad a la corona española merecía la presencia de Bolívar. En efecto los caminantes llegaron a Coro al ocultarse el sol. El Libertador pernoctó en la hermosa casona conocida como el Balcón de los Sénior, cuyos dueños iniciales fueron Lucas del Ciervo y su esposa Salomé Tellería. De la noble doña se afirma que pronunció tentadoras palabras de admiración al Libertador. Bolívar había sido recibido gratamente en La Quebrada de Coro, ubicada en la entrada occidental de la localidad. Se afirma que para ello fue armado un carruaje tirado por caballos, denominado El Carro de la Gloria, donde fue paseado el visitante.

Es momento en que nuevamente en la historia del Padre de la Patria por los caminos corianos salen a relucir otras bellas mujeres. Se trata de las gentiles señoritas Garcés y Manzano quienes caminaron al lado del carruaje de Bolívar hasta llegar a la iglesia catedral coriana donde fue oficiado un Te Deum. 

Por espacio de dos días Santa Ana de Coro ovacionó al ilustre personaje. En la ciudad el Libertador tuvo necesidad de leer la proclama que el general José Antonio Páez había escrito el día 15 y que fue llevada a Coro vía Curazao, donde hacía saber a los moradores que Bolívar haría acto de presencia en las tierras Caquetías como simple y común ciudadano. Por tal motivo, con actitud enérgica, nuestro héroe escribió una carta a Páez y otra al general Rafael Urdaneta, sostuvo conversaciones con personalidades ligadas al quehacer político patriota, impartió órdenes a las autoridades civiles Borras y Hermoso, recibió a oficiales del ejército, concedió audiencia a representantes de la sociedad coriana y conversó con los comerciantes.

La marcha itinerante continuó hacia Cumarebo, lugar donde el Libertador pernoctó la Nochebuena de Navidad. Luego cabalgó hacia Píritu, Mirimire, Capadare y Chichiriviche, donde un bergantín estaba a la espera para el traslado hasta el puerto de Tucacas.

Simón Bolívar en pueblo de Tucacas al enterarse de serios informes acerca del estado litigioso que estaban presentando las minas de cobre de Aroa que eran propiedad de él y permanecían a cargo de su hermana María Antonia. Tales posesiones se encontraban en peligro ante los continuos pleitos y fuertes discusiones de María Antonia con la familia Sagarzazu, a quienes Bolívar llamó vizcaínos. Bolívar pernoctó en Tucacas el día 30 de diciembre en un humilde aposento propiedad de dos pescadores curazoleños a quienes llamaban Los Tinitos. Estos, al unísono con los demás negros holandeses, tocaron tambor hasta el amanecer. Tal rancho se encontraba edificado en el mismo lugar donde hoy está levantada la plaza Bolívar.

Al abandonar Tucacas Simón se embarcó hacia Puerto Cabello donde pasó la noche de año nuevo. Prosiguió viaje el 4 de enero de 1827 para encontrarse con Páez en Naguanagua y luego avanzó hacia Valencia, lugar donde llegó a las cinco de la tarde. Ese día se estaban cumpliendo cuatro meses de la partida desde Perú. Bolívar, al emprender nuevamente la marcha con renovados bríos, el 2 de marzo llegó a la ciudad de Caracas donde fue recibido con sinceras ovaciones.

5 comentarios:

  1. Que tal Frank, siempre leo tu blog, me gustaría conversar contigo, soy Ing en Informatica, actualmente trabajo en FUDENA Chichiriviche y me gustaria apoyar tu proyecto del blog en la parte tecnológica, saludos... Alfredo Romero.

    ResponderEliminar
  2. me encanto sobre manera este articulo al llegara casa me coloco en mi pc gracias

    ResponderEliminar
  3. Excelente hallazgo este artículo. Mi nombre es Reinaldo Gómez. Felicitaciones.

    ResponderEliminar
  4. Quedé fascinada ! Viva el libertador !🙌🏼♥️🇻🇪

    ResponderEliminar
  5. Te felicito por este texto muy explícito. Me Nutri de este contenido. Gracias

    ResponderEliminar