lunes, 29 de febrero de 2016

El nivel del mar sube a su mayor velocidad en 2.800 años

En el siglo XX, los océanos subieron 14 centímetros. Desde 1993, la tasa se ha disparado a 30 centímetros por siglo. Y dos estudios diferentes publicados el lunes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences señalaron que para 2100, los océanos del mundo habrán subido entre 28 y 131 centímetros, dependiendo de cuántos gases de efecto invernadero produzcan los vehículos e industrias del planeta. (Cortesía/) 

El nivel del mar sube a su mayor velocidad en 2.800 años

AP

Washington, 23 de febrero.-  El nivel del mar en la Tierra sube varias veces más deprisa del ritmo registrado en los últimos 2.800 años, y sigue acelerando debido al calentamiento global provocado por el ser humano, según nuevos estudios.

 Un equipo internacional de científicos excavó en dos docenas de lugares de todo el planeta para medir las variaciones en el nivel del mar a lo largo de siglos y milenios. Hasta la década de 1880 y la industrialización, la subida más rápida fue de 3 o 4 centímetros por siglo. En ese periodo, el nivel del mar a nivel global apenas varió en subidas o bajadas más de 3 pulgadas respecto a la media de 2.000 años.

 Pero en el siglo XX, los océanos subieron 14 centímetros. Desde 1993, la tasa se ha disparado a 30 centímetros por siglo. Y dos estudios diferentes publicados el lunes en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences señalaron que para 2100, los océanos del mundo habrán subido entre 28 y 131 centímetros, dependiendo de cuántos gases de efecto invernadero produzcan los vehículos e industrias del planeta.

 “No hay duda sobre que el siglo XX es el más rápido”, dijo Bob Kepp, profesor de ciencias terrestres y planetarias en Rutgers y director del estudio que analizó los niveles del mar en los últimos tres milenios. “Es por el aumento de temperatura en el siglo XX, impulsado por el empleo de combustibles fósiles”.

Los expertos recorrieron el mundo visitando marismas de agua salada y otras ubicaciones costeras, y emplearon diferentes pistas para determinar el nivel del mar en diferentes épocas. Utilizaron organismos unicelulares sensibles a la salinidad, manglares, corales, sedimentos y otras pistas, dijo Horton. Además, compararon sus cifras con marcadores sencillos como el aumento del plomo al inicio de la era industrial e isótopos sólo registrados en la era atómica.

El aumento del nivel del mar en el siglo XX se debe sobre todo a la actividad humana, indicaron los estudios. Y si el nivel del mar sigue subiendo, como se espera, un aumento de 18 pulgadas causará muchos problemas y gastos, especialmente con inundaciones durante las tormentas, apuntó el coautor del estudio Stefan Rahmstorf, del Instituto de Postdam de Investigación sobre el Impacto del Clima en Alemania.

La conexión con la temperatura es ciencia básica, señalaron los autores del informe. El agua caliente se expande. El agua fría se contrae. Los científicos señalaron a eras pasadas en concreto en las que las temperaturas y el nivel del mar aumentaron y remitieron al unísono.

 El estudio de Kopp y otro publicado por otro equipo preveían aumentos futuros en el nivel del mar basándose en varias técnicas. Ambos llegaron a las mismas estimaciones aproximadas pese a emplear métodos diferentes, dijo Anders Levermann, coautor del segundo reporte e investigador en el Instituto de Postdam.

 Si la contaminación de gases de efecto invernadero se mantiene al ritmo actual, ambos estudios prevén subidas de entre 57 y 131 centímetros. Si los países cumplen el tratado firmado el año pasado en París y limitan el calentamiento futuro a otros dos grados Fahrenheit, el nivel del mar subiría entre 28 y 56 centímetros.

Revelan extraña música en la cara oculta de la Luna

Esta conversación, entre los astronautas del Apollo 10 Eugene Cernan y John Young, mientras su nave volaba alrededor de la cara oculta de la Luna, se mantuvo en "secreto" durante más de cuatro décadas, aunque era pública desde 1973: fueron subidos a internet en 2012. (Clarin.com/) 

Revelan extraña música en la cara oculta de la Luna (Video)
cnnespanol.cnn.com

Redacción Internacional, 23 febrero 2016.- 
"¿Escuchaste ese silbido también?"
-"Suena como, ¿sabes?, como Música del espacio exterior”
-"Me pregunto qué es".
Esta conversación, entre los astronautas del Apollo 10 Eugene Cernan y John Young, mientras su nave volaba alrededor de la cara oculta de la Luna, se mantuvo en "secreto" durante más de cuatro décadas, aunque era pública desde 1973: fueron subidos a internet en 2012.


'Música rara'

Fuera de contacto por radio con la Tierra y completamente solos en el lado oculto de la Luna, los astronautas no esperaban oír nada.

"¿Escuchaste eso? ¿Ese silbido? Whoooooo", dice Cernan en la grabación.
"Es música extraña".
 
Era tan raro que el equipo debatió si debían o no informar a sus superiores de la NASA, por temor a que se cuestionara su idoneidad para un futuro viaje espacial, de acuerdo con una nueva serie "NASA’s Unexplained Files” (Archivos Inexplicables de la NASA).

Mientras la cobertura mediática hace da una gran importancia a la naturaleza "sin explicación" de los sonidos, la verdad es que probablemente sean más científicos que de ciencia ficción.

Un técnico de la NASA explicó que "las radios de las dos naves espaciales (el módulo lunar y el módulo de comando) interferían entre sí."

Michael Collins, piloto del Apollo 11 y la primera persona en volar alrededor de la cara oculta de la Luna por sí mismo (mientras que sus compañeros de equipo Buzz Aldrin y Neil Armstrong estaban explorando la superficie lunar), también recordó oír sonidos extraños.

"Si no hubiera sido advertido de ello, me habría asustado (...), afortunadamente, los técnicos de radio (en lugar de aficionados a los OVNI) tenían una explicación: era la interferencia entre el Módulo de Comando del LM y las radios VHF ".

Collins explicó que el ruido comenzó cuando las radios de los dos vehículos estaban ambos encendidos y en estrecha proximidad entre sí.

Sin embargo, el astronauta Al Worden, dijo: "la lógica me dice que si había algo grabado allí, entonces hay algo allí".

Nota: Una versión anterior de este artículo decía que los audios fueron hechos públicos recientemente. La NASA señaló este lunes que eran disponibles desde 1973.

sábado, 20 de febrero de 2016

Un Chichiriviteño fue el pionero de la cinematografía Venezolana.



Clemente de la Cerda.


          Clemente de la Cerda fue uno de los cineastas venezolanos más prolíferos en cuanto a producción cinematográfica de la Venezuela contemporánea en el período 1964-1984. En el transcurso de esos 20 años, realizó un promedio de catorce películas entre largos y cortos de las cuales se destacan Soy un delincuente de 1976, -película que superó en Venezuela la taquilla de la hollywoodense Tiburón de Steven Spielberg-; Reincidente de 1977; Los Criminales realizada en 1982 y Retén de Catia de 1984. También dirigió en 1979 El crimen del penalista una película basada en el asesinato del abogado Carmona adjudicado al grupo parapolicial GATO comandado por el entonces jefe de la PTJ Manuel Molina Gásperi; Compañero de Viaje, basada en el libro del escritor Orlando Araujo y su última comedia Agua que no has de beber, también de 1984.


Clemente Felipe de La Cerda Martin nació en Chichiriviche del estado Falcón, el 13 de septiembre de 1935. Su padre fue un Mexicano que se enamoró de una holandesa en ese pueblito perdido de la costa y allí se instalaron hasta tener a sus primeros tres hijos de los cuales Clemente, el más enfermito, era el menor de sus hermanos. Pasaron algunos años y, un buen día viendo a un muchacho pescando "patarucas" decide que esa no es la vida que quería vivir, ni para él ni para sus hijos y supo entonces que tenía que salir de allí. Sus padres se mudan a Puerto Cabello y nacen sus últimos dos hermanos. Desde Puerto Cabello le es más fácil emprender su partida y, siendo muy joven, se muda a Caracas instalándose en Propatria. 



En esos tiempos frecuenta las zonas más pobres de las barriadas viendo y sintiendo de cerca la vida marginal a su alrededor, sus sufrimientos, las injusticias vividas por muchos mientras otros, más "afortunados", lo hacían de una manera radicalmente diferente. En el barrio 18 de octubre conoce a José Jiménez. Para José, una cara nueva aparecía en la padilla; era la de Clemente, el tímido jóven venido de Puerto Cabello. Hacen sinergia enseguida y juntos se ponen a estudiar en 1962 en el Instituto Venezolano de Estudios Cinematográficos IVEC, a cargo del actor Luís Salazar, compartiendo actividades de luchas sindicales y activismo político. Después pasa ocho meses de su vida dedicados al estudio de teatro en la Universidad Central de Venezuela con el reconocido profesor Humberto Orsini. Realiza algunos cursos de Artes Plásticas en la Cristóbal Rojas mientras los alterna con trabajos en el estudio de televisión Televisa -actual Venevisión- como técnico y ayudante de cámara. Su esfuerzo se nota enseguida y consigue escalar posiciones dentro del canal hasta llegar a ser director de programas musicales y telenovelas como ‘La telenovela criolla' que protagonizó en aquel momento María Escalona y Américo Montero. Luego la llegada del VTR (Video tape récord), se abren nuevas perspectivas en la carrera de Clemente de La Cerda quien opta por dejar de lado la televisión e incursionar en el mundo del cine haciendo cuñas publicitarias y cortos experimentales.



A finales de los años 50 funda una pequeña productora -Neocine- con la que comienzan sus arduos intentos de producir cine nacional al lado del director de fotografía y su gran amigo José Jiménez; realmente lo que deseaba hacer. Al mismo tiempo, hace vida política de izquierda y continúa con las cuñas publicitarias e institucionales. Al comienzo fue muy duro, pero con su insistencia logran mantenerse a flote. Justamente por esos días, cuenta su amigo José, Clemente ve a un muchacho repartidor de dulces en plena faena y su ojo no lo engaña. Seguro de que Orlando Zarramera entraba exactamente en el perfil que buscaba le plantea trabajar con él. Orlando paso a ser protagonista no sólo de la película más taquillera de Clemente, Soy un delincuente, sino también de sus otras creaciones cinematográficas que realizó en el transcurso de su corta y prolífera vida.


En 1964, fue contratado para realizar su primer trabajo cinematográfico Isla de sal, una película destinada a promocionar los artistas populares Simón Díaz y Lila Morillo en la que ya desarrollaba una inclinación por reflejar los conflictos y diferencias existentes entre lo rural y lo urbano; el padecimiento de la clase menos favorecida quien sufre las injusticias de la vida humana. Ese mismo año trabaja en Rostro Oculto su primera película como autor independiente junto al joven actor Miguel Ángel Landa. Buscando aquí y allá el dinero para lograr su empresa se asocia con el potentado Samuel Roldán y el escritor y guionista Mauricio Odremán. 

En 1974 gana el Premio Municipal por el cortometraje documental Cahuramanacas, una ciudad cualquiera de América Latina, permitiéndole que su nombre sea tomado en cuenta para futuros patrocinios. De La Cerda disuelve Neocine para establecer una nueva productora que llama Proyecto 13, empresa que recibe un crédito de gobierno con el que logra desarrollar su más impactante obra.

En 1980 Clemente de La Cerda recibe su segundo Premio Municipal de Cine por la obra Compañero de Viaje, escrita por Orlando Araujo y adaptada entre él, Araujo y Rodolfo Santana. A pesar de la condición paupérrima del cine nacional y la falta de apoyo legal y gubernamental, existían muchos que con las uñas continuaban con sus sueños. En 1982 dirige Los criminales, una película basada en una obra de Rodolfo Santana que directa, precisa e intensamente denuncia las mezquindades de los nuevos ricos venezolanos a partir del segundo boom petrolero.


Clemente quería llegar a un cine de gran carácter poético, dimensionar el paisaje venezolano y el paisaje urbano, nuestro, con fuerza y con una expresión muy elevada.


Fotografias cortesia Diana de la cerda.



viernes, 19 de febrero de 2016

Desbordamientos y tragedias del río Tocuyo



Una Historia Vigente
Desbordamientos y tragedias del río Tocuyo


El río, por su extensión y gran profundidad, solía desbordarse constantemente y producir inundaciones en grandes extensiones de los terrenos aledaños a  Riecito, Araurima, La Misión, Campeche, El Blanquillo, El Vegote, El Alto, Camachima y San Miguel del Río Tocuyo (o La Villa del Tocuyo de la Costa). Sin  embargo, a partir del año 1900, cuando las precipitaciones atmosféricas comenzaron a aminorar, el caudal también fue mermando en profundidad produciendo gran cantidad de sedimentos.

Las crecientes del río Tocuyo, y por ende las de los caños San Pedrico, San Juanico e Indalecio, al igual que las vaguadas de los esteros, han tenido a partir del año 1902 una regularidad de cada cuatro u ocho años.

La más reciente inundación, producto de las precipitaciones atmosféricas, se produjo entre el 15 de diciembre de 1999 y el 28 de enero del año 2000, cuando quedaron bajo la creciente las localidades de Santa Rosa, El Blanquillo, El Alto de la Alegría, Campeche, Tocuyo de la Costa, Boca de Tocuyo, Chichiriviche, Marite, Las Huertas, Flamenco, Los Perozos y Tibana.


Como consecuencia se produjeron cuantiosas pérdidas económicas. Grandes sembradíos fueron arrasados por la corriente, varias casas sufrieron daños, las alcantarillas del tramo vial Tibana – Boca de Tocuyo fueron derribadas y la carretera, conocida como la recta de Chichiriviche, se partió en dos. El número de personas damnificadas alcanzó los tres mil, aproximadamente.

En cuanto a la represa Játira – Tacarigua, ubicada al lado de la vía Boca de Tocuyo-El Mene de San Lorenzo, hay que concretar que tal inundación produjo la rotura del dique. Hubo necesidad de, mediante inversión gubernamental y dos años después, que se construyera un aliviadero de servicio, un muro de gaviones para permitir la elevación de la cresta como protección al embalse y un muro de contención en el meandro para reducir nuevos peligros de inundación en el poblado de Boca de Tocuyo.


Simón Bolívar a su paso por Chichiriviche estado Falcón



Simón Bolívar en Chichiriviche
Avanzada a través del largo camino sudamericano.


Luego de finalizar las campañas sureñas y propiciar su afán de regresar a la Patria, ante la llegada de noticias del descontento que reinaba en Venezuela a causa de la proliferación de tres partidos políticos (pardócratas, monárquicos y demócratas) y de las ideas antipatrióticas del general José Antonio Páez, Simón Bolívar partió de la ciudad de Lima (Perú) el día 4 de septiembre de 1826. Al embarcarse en el puerto de El Callao llega a Guayaquil para entrevistarse con los coroneles paecistas Urbaneja e Ibarra y desde allí continúa hacia Quito (Ecuador). 

El 5 de octubre sale para Bogotá (Colombia). El 25 de noviembre sigue la ruta hacia la Villa del Rosario (San José de Cúcuta, Colombia) donde ordena tomar medidas para reclutar tropas y continuar el avance. Entra a Venezuela el día 29 de noviembre por el río Zulia y llega a los Puertos de Altagracia, en el lago de Maracaibo, donde está su fiel amigo el general Rafael Urdaneta a quien le entrega ese departamento mediante un decreto que ordena a los realistas pasar a las órdenes patriotas. Bolívar durante todo el trayecto recibe emisarios que le informan confusamente acerca de las artimañas políticas que ocurren en Caracas, Valencia y Puerto Cabello.

Bolívar en tierras de la provincia de Coro.

Al iniciar Bolívar el recorrido en bestias y carretas por las áridas, ardientes y desoladas tierras corianas atravesó la zona de Mene de Mauroa y llegó a la localidad conocida como Casigua donde fue recibido por el comandante militar del cantón de Casicure, capitán Pedro Rodríguez.

Al día siguiente, siendo 21 de diciembre, el Genio de América y la comitiva realizan su llegada al pueblo de Borojo. Allí les preparan una rumbosa fiesta campestre donde hacen acto de presencia numerosos músicos locales que le dan ambiente al momento y Simón sale a bailar con una joven muy linda, de nombre Josefa, mejor conocida como la catira Terán (única hija de Tomasa Terán). Según la tradición oral, el brindis fue de vino casero.

Al llegar al pueblo de Capatárida el Libertador descansa por breves horas en la casa propiedad de los esposos don Basilio Mavare y doña Valentina Álvarez, ubicada en la hoy llamada calle Bruzual. Todas estas tierras se encontraban desoladas. Los campos lucían empobrecidos dado el caso de que los pocos rebaños de ganado vacuno habían sido utilizados para la manutención de los soldados o para venderlos en las islas de Aruba y Curazao a cambio de armas de guerra.

Los viajeros avanzan el rumbo desde Zazárida y llegan al hermoso paraje de Mitare a las cinco de la tarde donde los tranquilos habitantes, entre ellos el maracaibero Bernardo Bocanegra y familia, rebosan de júbilo ante la presencia de tan preciados líderes de la independencia. A la comitiva oficial se sumó, en el sitio conocido como Algodones, el destacado jurista mitarero licenciado José Inocencio Gil, amigo de añeja data del ilustre visitante.

Cuando el Libertador desmontó su caballo en Mitare amarró la bestia a una mata de cují. Durante un agasajo en su honor Bolívar volvió a hacer gala de sus sentimientos y galanterías al proponerle a la muy dulce joven María Encarnación Sánchez (Conchita Sanchito) bailar con ella, para lo cual solicitó a José de las Nieves Lugo (un muchacho de apenas dieciséis años de edad y director de los músicos) que ejecutaran piezas más rápidas y alegres ya que solo entonaban canciones de ritmo suave. El inmueble donde fue realizada la fiesta está ubicado al norte de la actual plaza Bolívar y pertenece a la sucesión de doña Catalina Miquilena.

A primera hora de la mañana del día 23, al haber saboreado el exquisito “cache” (café) mitarero, los viajeros tomaron el camino real que conduce a Santa Ana de Coro. Esa ciudad que ostentaba el aristocrático título de noble y que para la fecha se caracterizaba por su marcada adhesión y lealtad a la corona española merecía la presencia de Bolívar. En efecto los caminantes llegaron a Coro al ocultarse el sol. El Libertador pernoctó en la hermosa casona conocida como el Balcón de los Sénior, cuyos dueños iniciales fueron Lucas del Ciervo y su esposa Salomé Tellería. De la noble doña se afirma que pronunció tentadoras palabras de admiración al Libertador. Bolívar había sido recibido gratamente en La Quebrada de Coro, ubicada en la entrada occidental de la localidad. Se afirma que para ello fue armado un carruaje tirado por caballos, denominado El Carro de la Gloria, donde fue paseado el visitante.

Es momento en que nuevamente en la historia del Padre de la Patria por los caminos corianos salen a relucir otras bellas mujeres. Se trata de las gentiles señoritas Garcés y Manzano quienes caminaron al lado del carruaje de Bolívar hasta llegar a la iglesia catedral coriana donde fue oficiado un Te Deum. 

Por espacio de dos días Santa Ana de Coro ovacionó al ilustre personaje. En la ciudad el Libertador tuvo necesidad de leer la proclama que el general José Antonio Páez había escrito el día 15 y que fue llevada a Coro vía Curazao, donde hacía saber a los moradores que Bolívar haría acto de presencia en las tierras Caquetías como simple y común ciudadano. Por tal motivo, con actitud enérgica, nuestro héroe escribió una carta a Páez y otra al general Rafael Urdaneta, sostuvo conversaciones con personalidades ligadas al quehacer político patriota, impartió órdenes a las autoridades civiles Borras y Hermoso, recibió a oficiales del ejército, concedió audiencia a representantes de la sociedad coriana y conversó con los comerciantes.

La marcha itinerante continuó hacia Cumarebo, lugar donde el Libertador pernoctó la Nochebuena de Navidad. Luego cabalgó hacia Píritu, Mirimire, Capadare y Chichiriviche, donde un bergantín estaba a la espera para el traslado hasta el puerto de Tucacas.

Simón Bolívar en pueblo de Tucacas al enterarse de serios informes acerca del estado litigioso que estaban presentando las minas de cobre de Aroa que eran propiedad de él y permanecían a cargo de su hermana María Antonia. Tales posesiones se encontraban en peligro ante los continuos pleitos y fuertes discusiones de María Antonia con la familia Sagarzazu, a quienes Bolívar llamó vizcaínos. Bolívar pernoctó en Tucacas el día 30 de diciembre en un humilde aposento propiedad de dos pescadores curazoleños a quienes llamaban Los Tinitos. Estos, al unísono con los demás negros holandeses, tocaron tambor hasta el amanecer. Tal rancho se encontraba edificado en el mismo lugar donde hoy está levantada la plaza Bolívar.

Al abandonar Tucacas Simón se embarcó hacia Puerto Cabello donde pasó la noche de año nuevo. Prosiguió viaje el 4 de enero de 1827 para encontrarse con Páez en Naguanagua y luego avanzó hacia Valencia, lugar donde llegó a las cinco de la tarde. Ese día se estaban cumpliendo cuatro meses de la partida desde Perú. Bolívar, al emprender nuevamente la marcha con renovados bríos, el 2 de marzo llegó a la ciudad de Caracas donde fue recibido con sinceras ovaciones.