Cayo Muerto
Por: Profe. Frank Jhonattan Weffer Vasquez.
La más cerca
de todas, este lugar esconde los más intensos secretos de los primeros
pobladores de estas tierras. Según versiones de los pobladores datan de muchos
años y se han transmitido de generación en generación, se dice que el nombre de
Cayo Muerto, se debe a la tranquilidad de sus cálidas aguas, otra versión de la
misma es que se debe a que fue en ese lugar donde se enterró al único muerto
que hubo durante la emboscada tendida por los indios al navegante Alonso de
Ojeda y su tripulación el 9 de Agosto de 1499 y finalmente que el nombre del
cayo es porque allí fue lugar sagrado para enterrar a los muertos, es decir un cementerio
de indios, esta ultima versión es muy probable ya que muchos de las tribus indígenas
del mundo creían que los demonios y malos espíritus le temían al agua y al
estar enterrados en la isla, no serian perturbado por los demonios.
Ente los
atractivos que presenta este acogedor cayo, se encuentra el cañito, un túnel
natural de mangle con una variada diversidad de pequeños peces que pueden ser
vistos sin el uso del snorkel. También puedes recorrer con el uso de calzados
playeros la red de caminitos entre las colonia de algas y en donde se puede
observar una vista hermosa hacia Cayo Peraza, Pelón, Sal y muy lejos Cayo
Sombrero.
Tiene una excelente
vegetación en donde se combina el Mangle, el coco, trompecabezas y otras que le
brinda al visitante un amplio espacio con sombra.
Cayo Muerto
fue uno de los lugares que ingreso dentro del área de protección del Decreto de
Creación del Parque Nacional Morrocoy según Gaceta Oficial 30.408 de fecha
27-05-1974,el cual por decretos y una series de reformas el estado prohibió la
construcción de cualquier tipo de edificación del Parque y la demolición de las
edificaciones que ya existían con un plazo de 60 días.
Esta
situación resulto un tanto difícil por cuanto surgieron una series de
resistencias por parte de propietarios que en su gran mayoría eran gente de muy
buenas posiciones económicas provenientes del centro del país, en algunas
ocasiones fue necesario hasta el uso de la fuerza publica para el desalojo de
personas que llegaron al extremo de encadenarse y amarrarse dentro de las
casas, otros inconvenientes importante que ocurrió durante el desalojo de los
residentes del cayo fue el uso de perros bravos por parte de los desalojados en
contra de los funcionarios y obreros encargados de aplicar las medidas
decretadas por el estado venezolano.
En la
actualidad la isla goza de una recuperación evidente, pese a los embates de la
naturaleza producto del Calentamiento Global y los daños que pueda causar una
parte de la población turística durante el año.
Fotografías Cortesias
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