El
amor es eficaz
(Corintios 13.4–7)
4 El amor es sufrido, es benigno; el amor no
tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece;
5 no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda
rencor;
6 no se goza de la injusticia, más se goza de la verdad.
7 Todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.
INTRODUCCIÓN
Los dones no tienen ningún
efecto espiritual en la vida de la iglesia si no hay amor, porque es el amor lo
que el Espíritu usa para edificar a la iglesia. «El conocimiento envanece, pero
el amor edifica», dice 1 Corintios 8.1.
“En cuanto a lo sacrificado a los ídolos,
sabemos que todos tenemos conocimiento. El conocimiento envanece, pero el amor
edifica”.
Nótese las cualidades del
amor:
A.
El amor es paciente y benigno (v. 4).
El amor se eleva por sobre
las pequeñeces y es generoso en la manera en que trata a los demás. Es fácil
«amar» cuando la gente se presta para que se le ame; pero qué difícil es amar
cuando nos lastiman o nos atacan de una manera u otra. Piense de la paciencia
de Cristo con Pedro después de que este pecó contra Él y tendrá una idea de lo
que esto significa. El amor no sólo soporta con paciencia el daño, sino que
actúa positivamente en obrar y al mostrar bondad.
B.
El amor nunca hierve en celos (v. 4).
La envidia es un pecado
terrible; Caín envidió a su hermano ¡y lo mató! ¿Cómo reaccionamos cuando otros
cristianos reciben bendición o beneficios que a nosotros nos faltan?
¿Permitimos que las chispas de la envidia ardan y luego se conviertan en
llamarada?
C.
El amor no es jactancioso ni orgulloso (v. 4).
«Envanece» se refiere al
sentimiento interno; «jactancioso» se refiere a la ostentación externa de auto importancia.
D.
El amor no es grosero ni egoísta (v. 5).
Hay un rasgo de gracia en la
persona que actúa por amor cristiano, un encanto que el mundo no puede dar. El
verdadero amor procura solamente el bien de otros; no es egoísta. ¿Puede ver
este amor en la vida de Cristo?
E.
El amor no se irrita, ni alberga pensamientos malos (v. 5).
La palabra «fácilmente» no
consta aquí. El amor cristiano no muestra irritación, como la carne lo hace con
demasiada frecuencia. El amor no guarda libros de registro de las cosas malas
que las personas hacen, ni de las ofensas recibidas de ellas. A decir verdad,
el amor nunca se alegra cuando otros andan en el mal, pero siempre se alegra
cuando andan en la verdad.
F.
El amor da victoria (v. 7).
Mediante el amor de Cristo
en nosotros podemos soportar cualquier cosa, tener fe y continuar en esperanza.
«Nos da poder para soportar cualquier cosa» v. 7 (WMS). ¡El amor siempre lleva
a la victoria! En estos versículos Pablo reprende con dulzura los pecados de
los corintios. Ellos se impacientaban los unos con los otros en sus asambleas
(14.29–32); envidiaban los dones espirituales que otros poseían (14.1); eran
orgullosos y criticones (12.21–26); no tenían modestia en su conducta
(12.2–16); procuraban hacer prevalecer sus derechos (caps. 8–10) aunque dañaran
a otros; se dejaban provocar con facilidad e incluso se demandaban
judicialmente los unos a los otros (6.1–8); y se regocijaban en el pecado
cuando debían juzgarlo (5.1–3).
También podemos ver en estos versículos un
cuadro de Cristo, quien es el único que manifiesta perfectamente el amor de
Dios para nosotros. En este capítulo podemos sustituir la palabra «Cristo» por
«amor».